jueves, 31 de julio de 2008

CAZADOR TÍMIDO

ESTABA YO LLAMADO A SER...

viernes, 25 de julio de 2008

COMME SI DE RIEN N'ETAIT: CARLA BRUNI



Je t’aime, Carla Bruni. Si una mujer copa las portadas de las revistas del corazón en este momento es Carla Bruni (CB), esta mujer que se define “epidérmicamente de izquierdas” y está casada, desde el pasado mes de febrero, con Monsieur Sarkozy, “el rey” de Francia. Pero ¿quién es CB y por qué ocupa un espacio en mi blog?


En un primer momento uno se pregunta si la vida de una “primera dama” es importante, o si al menos lo es para quien esto escribe. El que sea o no esposa de un presidente en este caso –y en esta ocasión- es irrelevante. Lo que me interesa de ella es exponer la inteligencia con la que se desenvuelve en una entrevista* que publicó EPS el domingo pasado.


Cualquiera puede suponer que una mujer que ha sido modelo, amante de muchos, cantante y ahora esposa del presidente francés es sólo un maniquí cuyos accesorios se venden por separado. Y no es así. CB es una mujer con inteligencia, sensibilidad y una belleza serena que sólo la inmersión inteligente en el mundo de la moda puede dar, según afirma contundente: “Mi tiempo pasó. Una maniquí es un como deportista de élite: a partir de los 30 años está muerta. Y a partir de los 35 tienes la cara que te mereces”. Más adelante puntualiza: “No es lo que yo quería que que fuera mi vida. Yo leía y pensaba en otras cosas. Lo que siempre quise es ser seria”. Sin palabras. Sólo un halago puede surgir ante la confesión de una mujer que lee. Cualquier persona que lee merece un reconocimiento en estos tiempos de cenutriez creciente.


Bruni se define como “una niña; una niña vieja” para afirmar que mientras unos con el paso de los años se vuelven sabios, ella se conforma como ignorante. Y ese saber plantarse firme en el suelo la hace más bella. Se reconoce enamorada, sí, ella, la de sus cuarenta años y 30 amantes, asegura que si se ha casado con el presidente galo es “porque estoy enamorada”. Sin duda, una respuesta que puede molestar a algunas feministas, pues siendo CB casi un modelo de emancipación, asegurar que ha contraído matrimonio sin pensárselo, “en automático” puede considerarse “un golpe bajo” al universo femenino que busca su lugar en el mundo.

Y acá es donde se consolida mi admiración por esta italiana francesa que ya no sabe ni lo que es. Porque evidencia que es posible conciliar aspectos de la vida pública (ex modelo, cantante, primera dama) con otros de la vida privada (madre de un niño de 7 años, casada) en tanto que es una mujer que asume riesgos, toma decisiones y no por ello cae en contradicciones que vulneren su autonomía. Aún hay muchas voces que siguen señalando como irreconciliable la lucha por espacios públicos en el día y la “claudicación amorosa” ante el amante por las noches. Como si fuéramos dos cuerpos haciendo actos distintos y no uno sólo realizando diversas tareas.


A pregunta expresa del entrevistador ¿Cómo se lleva tener dos sombreros tan diferentes, el de cantante bohemia y el de recatada esposa del presidente? ¿No es algo esquizofrénico? ¿No se vuelve loca? Es muy sencillo –responde-, tengo dos sombreros, pero la cabeza que hay debajo es la misma: la mía, la de siempre.


Y acá los aplausos, ¿cuántas mujeres podrían darnos una respuesta así? Insisto, es cuestión de saber adaptarse a los contextos, ser competente. Renunciar a los radicalismos y darle paso a la negociación, no olvidar que antes de ser la representación social de un género somos sencillamente personas. Por eso CB rechaza ser considerada “la imagen del éxito”: “No. Soy la imagen del trabajo, porque podría haberme conformado con lo que tenía cuando nací”.


Ha sido un placer leer la visión del mundo de una mujer moderna que ha sabido buscar, encontrar y conservar su lugar en el mundo. Je t’aime, Carla Bruni.

*Por Jesús Rodríguez. EPS, domingo 20 de julio de 2008. No. 1660

miércoles, 23 de julio de 2008

ATENZZIONE!



A todas y a todos las beneficiarias y los beneficiarios de la pendejada -no admite masculino- del CENEVAL, pasar a inscribirse en su Facultad correspondiente. Favor de llevar su pupitre (mesita y silla), lo demás, lo ofrece generosamente la Universidad Veracruzana. Welcome, suertudas y suertudos.

viernes, 18 de julio de 2008

Y RETIEMBLE EN SUS CENTROS LA TIERRA...

Escándalo se escribe con C de CENEVAL, el organismo que un día se erigió como árbitro de los conocimientos del estudiantado de este país, y que desde su posición ventajosa decide, gracias sus filtros EXANI, quién sí sabe y quién no, o quién ingresa y quién queda fuera de las distintas instituciones nacionales que contratan sus servicios; ahora convertido en filial de la Loteria Nacional, entras, por suerte.
La historia de su hegemonía (y sumen a esto credibilidad; la permanencia logra que mermen nuestros resquicios de incertidumbre) podría haber seguido su curso si no fuera porque a través del director general adjunto de Difusión del Ceneval, Javier Díaz de la Serna, reconoció que por un error técnico y humano del Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior, A.C. (CENEVAL) que calificó 4 mil exámenes de aspirantes de nuevo ingreso con la clave de respuestas de una versión diferente, la Universidad Veracruzana se ve obligada a reparar el daño al dar acceso a mil 600 alumnos y asumir los costos económicos y políticos que ello implica. Así, tan ufano como quien dice me subí al autobús equivocado y me bajé en la siguiente esquina.
El remdio o sea el Acuerdo que este organismo alcanzó con la UV, más que interpretarse como un sacrificio o un gesto de buena voluntad -¿cabe esto?- tendría que asumirse como una imposición más de las muchas que padecemos en nuestra "dictadura blanda". Si yo hubiese sido un estudiante que presentó examen para ingresar a la universidad, no soportaría vivir con la duda de si el resultado de la prueba es el que me corresponde: porque si fui aceptado, me cuestionaría si no estaría ocupando un lugar que no me corresponde, un sitio obtenido por mero "error" o por buena suerte, dicen los cenutrios. Y si hubiese quedado fuera, una sed de justicia invadiría mi persona y exigiría conocer la verdad. ¿Ustedes nunca han sentido esa urgencia vital por saber la verdad de lo que acontece en este país? Sospecho que exagero cuando escribo esto.
Me repugna conocer tal situación, manifiesto mi desagrado ante tal anomalía, ante el atropello sufrido por miles de estudiantes y no ocurre nada. No sucederá nada. No habrá sanción de ninguna índole para el CENEVAL ni conoceremos jamás las "verdaderas" listas de ingreso a la UV. Con el tiempo, la injusticia será vencida por el silencio y todo en paz. ¿En paz? ¿Dónde están los dirigentes políticos? Qué bien ha cumplido la televisión su apostólica labor de alienar a la juventud; Hollywood no ha equivocado la fórmula para generar apatía, desinterés, indiferencia y estupidez a granel en la mente de los jóvenes.
Yo habría organizado a todos quienes no fueron aceptados en la UV para manifestarnos ante la Rectoría (y donde fuera necesario) exigiendo no la anulación del examen (que generaría caos) ni la admisión de todo el alumnado (que en términos reales colapsaría a la Institución), mi petición sería que se dieran a conocer las listas íntegras con los "verdaderos" resultados de ingreso a la casa de estudios y que se respetará, a aquellos que sí aprobaron el examen y no fueron admitidos, su lugar dentro de la univesidad para el ciclo escolar siguiente; aunque ello le significara a la UV menores ingresos por solicitud de exámenes y ofertar menos lugares; habría sido menos gravoso que la solución elegida. No era la mejor opción pero si la que considero menos injusta; para reparar un daño moral (¿exagero?) no sirven 1600 lugares que pondrán a la UV a morder el suelo de su raquítico presupuesto. Y el CENEVAl tan campante, quizá no cobre todo el importe del servicio. Leyeron bien, no solamente es estúpido sino hasta generoso. Gracias, Dios mío, porque nací en México y no en Europa; acá todo se arregla con gestos de "buena voluntad".
Exigiría, no la renuncia del personal que calificó las pruebas, pobres, deben ya engrosar las filas vastas del desempleo nacional; sino que mediante los instrumentos políticos convenientes (y acá nada de arribistas del PRD, ni revanchistas del PAN ni estupifieles del PRI) para que se exigiera al organismo evaluador que asumiera su responsabilidad en la situación anómala y se obrara en consecuencia. Pero eso es mi sueño.
Qué frágil son y están aún nuestras instituciones, qué vulnerable es nuestro Estado de derecho; más que rabia siento pena y eso que no soy "formador en valores" como me demanda el más recalcitrante gremio de maestr@s; quizá porque hace tiempo decidí ser congruente y no moral.
Me duele la indiferencia: No veo por ningún lado a los estudiantes afectados por esta situación manifestarse en las calles como cuando pululan por las noches en busca del antro más underground; no veo a las estudiantes haciendo filas exigiendo conocer con certeza el resultado de sus pruebas como sí las han hecho para hacer casting para ingresar a la Academia y otras pendejadas subrealistas que promueve la televisión. Me dan pena, nunca han tenido que pelear por nada y ahora que enfrentan la ocasión para hacer algo por sí mismos ni siquiera se dan cuenta de lo que pueden hacer juntos.
Son la generación que más acceso ha tenido a la información y la que menos ha comprendido lo que lee, la que no sabe qué hacer con el conocimiento que posee -cuando lo tiene, of course-, la que no tiene ni puta idea de cómo organizarse, la que tiene miedo. Cómo admiré a los estudiantes venezolanos, que hace más de un año salieron a las calles para manifestar su oposición a las ansias tiránicas de Chávez. ¿Puede imaginarse lo que podrían lograr los miles de estudiantes veracruzanos afectados avanzando por las calles de esta ciudad demandando justicia? Pero nunca seremos como los ciudadanos de Madrid -que a la menor sensación de pérdida de gobernabilidad, confianza, amenaza de la democracia, etcétera, se hacen a la calle-, jamás seremos como los londinenses, lejos estamos de actuar como los chilenos y los argentinos. Nosotros somos la "generación RBD", la del "ya merito, TRI", el pueblo elegido por Dios, el de los curas pederastas, el de los narcos, el de los políticos y empresarios corruptos, los que pirateamos todo, los del "Dios dirá", los pendejos que seguimos creyendo el catecismo que dicta que humildad es igual a sumisión y que la obediencia nos llevará al Paraíso, junto a Wojtyla, supongo.
De verdad, es triste aceptar que tenemos los gobernantes que nos merecemos y que nos dan la vida que queremos, y si no me creen, propongo la conformación de un organismo evaluador con representantes de todo lo peor de este paisito, haber si no se equivocan y terminan calificando a los habitantes del país de al lado; que esos, sí son pendejos, ¿verdá compadre?

martes, 15 de julio de 2008

LGBTTILIZACIÓN DEL PLANETA

Una es más auténtica, cuanto más se parece a lo que ha soñado de sí misma.
Todo sobre mi madre; Pedro Almodóvar.
Al niño verde
Mientras buena parte de España celebra el "error" que Bibiano Aído, "Miss equidad de género 2008" (Ministra de Igualdad por el PSOE) cometió hace unas semanas al dirigirse al Congreso saludando a los miembros y miembras del mismo; en otras regiones del mundo -pongamos por caso, este pequeño espacio virtual- nos ocupamos de otros temas, vamos, que la crisis mundial no puede ni debe monopolizar nuestra atención; sobre todo si sólo se habla de ella y nada se hace para revertir o detener sus efectos.
Un joven de 18 años me ha referido que, mis similares (y acá agreguen los de mi bando, tribu o de mi especie; yo que no me considero casi de ningún grupo y en todos), empiezan a abundar por esta sociedad: “la población homosexual en Xalapa ha crecido en demasía”. Lástima que no tenía tiempo para discutir el asunto, pero yo me quedo con algunas dudas, ¿a qué llama un heterosexual “demasía”? Demasiados son ellos –los bugas- y hace mucho que he dejado de sentirme minoría (excluido tal vez, pero eso es un hecho en tanto que somos sujetos móviles y no por mera opción o ejercicio de la sexualidad, que en mi caso es pansexual, para más inri). Pero para este chiquillo, que se ha definido “en este aspecto conservador” la visibilidad de sujetos antiguamente guardados en el closet le resulta intolerable. Y no porque sean “raros” sino porque son muchos, cada vez más. De seguir así, serán la verdadera causa de la carestía de alimentos; se dirá desde el FMI que los gays consumen más y que por ellos existen todas las crisis, empezando por la de identidad.

Pero yo que no me chupo los dedos (solamente) sé que de la opinión de un hetero puede extrapolarse y suponer que muchos otros piensan lo mismo y que no pasará mucho tiempo antes de que se sugiera hacer algo al respecto: una zona exclusiva para ell@s, una eliminación sistemática, una campaña de reconversión sexual o alguna otra alternativa que si bien no los elimine al menos si los torne –nuevamente- invisibles. He dicho, lo que escandaliza no es el número sino la exhibición de la sexodiversidad.

Mi interlocutor, refiere que él tiene muchos amigos gays (como si me presumiera; en cambio yo no tengo amistades vegetarianas, y ni sudo ni me acaloro) y lo que le molesta es que se le "lancen", lo acosen o como quieran ustedes decirlo. Es curioso que un "hetero" se queje de sufrir este tipo de insinuaciones, las mismas -o peores- que han padecido las mujeres durante siglos por parte de los hombres. No estoy sugiriendo que el "niño verde" deba soportar con estoicidad tal situación; no creo en ese tipo de revanchas, lo que quiero evidenciar acá esc cómo sin una verdadera educación (con enfoque de género y respeto en la diversidad afectiva y sexual) la convivencia entre los sexos, los géneros y los deseos, no será la conveniente. Por otra parte, su rechazo nace de un temor natural que posee todo heterosexista: “el miedo del hombre a ser ‘mirado’”. Y esto porque se interpreta como un signo de feminidad y por tanto de pasividad; el horror a ser penetrado. Y acá hago otro paréntesis, ¿se han dado cuenta la cantidad de varones que van por la vida con el cerebro penetrado, con un falo simbólico erguido llenándoles el imaginario; de ahí su homofobia constante?

"El hombre heterosexual se siente fuertemente amenazado al ser, real o imaginariamente, objeto de deseo del hombre gay; describe el sentimiento de un heterosexual en una situación de cercanía con un hombre gay, y nos dice: “el potencial atacante gay se convierte en el intruso masculino en la privacidad femenina, y el hombre heterosexual, al imaginarse deseado sexualmente por otro hombre se metamorfosea en la mujer ofendida, acosada e incluso violada”. Este pasaje muestra con claridad la naturalización del privilegio masculino de tener el derecho de mirar como objeto de deseo a la mujer, y la terrible incomodidad que le genera ocupar el lugar de pasividad y de ser objeto de deseo de otros" (Leo Bersani). Esta afirmación, se las dejo de tarea.

Más adelante mi ciberinterlocutor señala: “pienso que se ha convertido en una moda más, no te estoy incluyendo” (qué gentil) y tras sumar “argumentos” a su opinión concluye que mientras uno no dañe a terceros -¿qué hacemos con la basura?, por ejemplo-, pues qué sigan mostrándose. Ya pueden imaginar la cara que he puesto al referir esto último. O sea, que sí podemos ser muchos y hacernos visibles –aunque seamos una moda; ¿qué me dicen de los ecologistas, los emos, los vegetarianos, los globalifóbicos?- mientras no dañemos a los demás, supongo que a los bienpensantes, a los conservadores, a quienes se han arrogado la supremacía heterosexista.

A estas altura de mi existencia poco me importa lo que los otros piensen de mí, llega un momento en que uno se aproxima tanto al modelo que se ha diseñado de si mismo a lo largo de la vida, que la opinión de terceros si no construye simplemente se desecha y listo. Que si ser gay está de moda, pues bienvenida la LGBTTilización del planeta; si hemos sorteado durante siglos con la heterosexualidad y ahí la llevamos, que la sociedad se sexodiversifique no haría más mal que la corrupción, la iglesia católica –con todos sus grupúsculos- y las enfermedades juntas, por citar algunos males. Pero si aún existen personas que no conciben que el deseo es privado y la forma vivirlo es una opción (y ejercerlo un derecho so pena de represaliar el cuerpo hasta su anulación), hay entonces todavía mucho trabajo por hacer.

LGBTT= lésbico, gay, bisexual, transgénero, travesti.

sábado, 12 de julio de 2008

¿Y AHORA QUÉ?


Una semana sin ingresar a este espacio y tener que hacerlo para protestar no es precisamente una manera feliz de volver. Y sin embargo, urge que redacte estas líneas, que exponga mi malestar y denuncie lo que otros más se empeñan en callar o repetir en voz baja. Aciertan: estoy emputado.


Luego de que aconteciera la 30 Marcha del Orgullo LGBT -la cual pasó sin resonancia alguna en los medios masivos del país- nos despertamos con la noticia de que una organización -homófoba, of course- repartirá 1 millón de folletos "antigay", esto en la Ciudad de la Esperanza, en la Ciudad con Equidad. Me pregunto si basta con tomar uno de estos trípticos para que en automático uno se defina antigay o si es preciso leerlo y aceptar que la homosexualidad es antinatural y que es posible "curarla".


Oh Dios gay mío, exclamé. ¿Curar lo que no es una enfermedad? Si bien lo he dicho siempre, los mexicanitos no tienen iniciativa -perdonen que me excluya- y cuando la tienen, la cagan. Sólo a un oligofrénico se le puede ocurrir promover una campaña antigay y hacer alarde de su "noble" fin, justo cuando los índices de crímenes por homofobia, la violencia verbal y física, la intolerancia están a la alza a la par del euríbor. Las prácticas violentas que se suceden cotidianamente en este país no requieren de más incentivos sino de una deconstrucción de lo que hemos llamado "normalidad" y obrar en consecuencia. ¿Cómo se puede sugerir que se respete la opinión de los otros si cuando éstos se manifiestan es para agredir a una comunidad que exige le sean respetados sus derechos en tanto personas, no en cuanto su condición sexodiversa? No entiendo a las autoridades de este país. No comprendo. Sabemos que estamos reprobados en Derechos Humanos e insistimos en institucionalizar nuestra cenutriez. O la de ellos, que acá otra vez me excluyo.


Y como no es suficiente con lo que este país aporta a la intolerancia, recién me entero que la nueva película de Will Smith,“Hancock”, el personaje a quien representa espeta una serie de expresiones antigay. ¿Olvida el actor que igual pudieron escribir en su libreto un chiste antinegro? Ellos sí se enfurecen si les dices niger, pero resulta que la gente "de color" sí pueden discriminar a otros -sobre todo si es gay; el blanco (i'm sorry, Smith) de todos los chistes, ¿acaso porque lo gay se considera de colores, multicromático? Qué pena que el mundo no haya aún comprendido el poder performativo de la palabra, que no se den cuenta que la enunciación de una frase lleva en su emisión un poder de transformación que modifica a quien emite y a quien recibe el mensaje.


Por eso mi entrada se titula ¿Y ahora qué? ¿Debo esperar a que en los días siguientes surja una nueva canción, otro programa de radio o de televisión con más expresiones antigays, una nueva encíclica vaticana, una campaña más, ¿qué sigue? Entiendo que no es posible modificar la visión homófoba del mundo de un momento a otro, pero es también verdad que los medios de comunicación -junto con las familias y la escuela- poco o nada han hecho para revertir esta situación. ¿Qué se le hace?. A mí, al menos por hoy, se me han atomizado las respuestas.

sábado, 5 de julio de 2008

MI AMADO ES PARA MÍ...


He ido por tu cuerpo


como por un libro


cuya lectura no deseo concluya.

miércoles, 2 de julio de 2008

¿MUJERES VS HOMBRES?

Tradicionalmente algunas mujeres y no pocos hombres han afirmado que las relaciones entre hombres gays y mujeres heterosexuales son mejores que entre ellas y sus pares no homosexuales; que el hecho de asumirse como varones "sensibles" o de no existir "la amenaza" de seducción contribuye a que dichas relaciones sean libres de fricción. Lo cual es más falso que la caridad que pregona la iglesia. Tal solidaridad "femenina" no existe. Explico por qué, así que vayan por un vinito y sigan leyendo:
1. El principal problema de los hombres, de cualquiera, es una mujer. Sí, no se "azoten". Los varones empezamos a pelear por nuestra autonomía sexo genérica desde que nos diferenciamos biológicamente en el útero de nuestra madre. Ahí comienza una batalla que alcanzará matices de guerra o de frágil tregua a lo largo de toda nuestra existencia, ya que la ración de estrógenos que recibimos es impresionante... el yugo se prolongará durante la infancia y entrada la adolescencia; después, el resto de los años el nexo es una negociación constante, y acá descarto parafilias, complejos, obsesiones y demás situaciones que tornan el enlace filo-materno insufrible e irrompible.
2. Desde pequeños empezamos a socializar en un mundo de niñas y de niños; pero a las niñas no las debemos tocar ni con el "pétalo de una flor" (qué cursi es este lugar común) pero ellas sí pueden darnos unos cuantos manazos, para hacerse respetar, para darse su lugar ante los varones. ¿Acaso no se dan cuenta de que acciones como ésta genera resentemiento en el subconsciente masculino? La inequidad de género, empieza en estas etapas iniciales de la convivencia humana. Y conste que no estoy justificando la violencia de género, sólo hago hincapié en una realidad, que por desgracia, es una realidad.
3. Cuando los varones amamos " de verdad" (ah, esta es la entrada más llena de cursilerías y lugares comunes) ninguna mujer nos cree; nos tildan de ridículos, empalagosos, débiles y demás vocablos que cuestionan nuestra virilidad. Tiempo después, tras el descalabro amoroso aprendemos -sí, a madrazos- qué es lo que (no) quieren las mujeres; entonces se les oye quejarse: los hombres son unos malditos, desgraciados, todos son iguales, etcétera. ¿Quién los (de)forma, mamita? Y con esto tampoco justifico nada (Ah, qué sensibles están hoy).
4. Los gays tienen un lado femenino que empata con el lado frívolo de muchas mujeres. Objeción: habemos hombres con buen gusto que coincide con el de muchas mujeres que también saben elegir ropa, amistades, opciones de vida, etcétera; aceptar el argumento inicial degrada la sensibilidad masculina y atenta contra la inteligencia femenina.
5. Las leyes discriminan a favor de las mujeres: en una separación ellas se quedan con sus hijos (¿y el esperma del macho no caducó?), ellas reciben un alto porcentaje de pensión (la culpa siempre es del hombre), ellas eligen si el varón verá o no a los hijos ("en eso debió pensar antes de largarse"), amén que la sociedad se solidariza con ellas: "pobre, la dejó el marido" (y anatemizan al hombre: "para ellos es muy fácil dejarla a una"). En general, han hecho del victimismo una estrategia (i)legal.
6. Por otra parte, la mayoría de los varones, con independencia de nuestro deseo sexual, solemos sentir atracción "natural" hacia las mujeres y "aventamos el can", "chance es chicle y pega". Así que eso de que con un gay estamos seguras, cuidado, nena, no sea que termines formando un hogar heterogay.¿No dicen acaso las mujeres (les encanta decir eso) que los hombres siempre están pensando en sexo?
7. Muchos hombres homosexuales detestan la falsa humildad, sumisión, estilo resignado, mal gusto en todo, etcétera de muchas mujeres; una mujer que no tenga aprecio por si misma, no la quiere ni Dios.
8. Los clichés impiden observar la realidad con objetividad; para que los hombres y las mujeres mantengamos relaciones de convivencia sanas, armónicas y menos injustas es preciso cambiar los modelos de educación sexistas y excluyentes con los que crecemos.