miércoles, 15 de mayo de 2019

LA BEBIDA MÁS AMARGA


¿Qué lugar ocupa quien (no) llora?
*
Treinta días ha que esperaba tu arribo: no llegaste.
Llegaste en forma de pretexto, mensaje apresurado, notificación. Tu nombre se pierde ahora en todos los nombres. Zozobro.
**
No tengo palabras para describir a un traidor: ahora entiendo porque la traición se juzga con pena de muerte.
Antes de la suya, ha causado heridas mortales en aquellos que traiciona.
No pido su muerte, reclamo a mi memoria un lugar para su olvido.
***           
Veintiún días de silencio. Nada. Ni llanto ni duelo. Ni heroísmos ni heridas. El pasmo permanente. El estado liminal; gelatina mal cuajada. Moscas.
Canciones a deshoras. 
Un llanto que no surge que no escurre que es convocado y se oculta a punto de salir. Congestión nasal. Silencios. Me vuelvo loco.
"¿Me quieres o no?".
Tu ausencia cruza todas las puertas de mi casa y me descolocas. Paradoja espacial: me okupas y desalojas al mismo tiempo.
Ningún sistema nervioso soporta este estado tanto tiempo.
No sé llorar a mis muertos. Hablo con ellos aun más que lo que parlo con los vivos. Pero tú: fantasma y fuego volátil no estás en ninguna parte; tu omnipresencia invisible me fragmenta.
****     
Has tenido tiempo, gestos, obsequios, palabras para otros: has preferido a un taidor. No lo entiendo y lo acepto; no me resigno y permito que fluya (que fluyas)… esta rabia sin remedio me carcome.
Sonrío porque toca hacerlo.
Ayer hablé de ti con alguien más. Mi boca profanaba la tumba de todos los silencios que la amordazaban; no dije tu nombre… hablé de tu ausencia en mi rutina, de tu partida sin despedida, de la nostalgia que me asfixia más que la polución que nos envuelve desde hace mucho.
...
Tu nombre se pierde en otros nombres. Llueve. Diluvia. Y resuenas en el eco de los truenos: eres la tempestad que no culmina en mi sucesión de días.
*****
No volverás: ¡qué remedio!
Resulta ahora que abril no era el mes más cruel: lo eres tú. Clavo, mortaja, cruz, ajenjo.
...
Der bittere Trank...