sábado, 29 de marzo de 2008

CASAMIENTOS DE POBRES, FÁBRICAS DE PORDIOSEROS


¿Verdad que suena fuerte la frase con la que abro este artículo? Acusa toda una intención discriminatoria, una posición excluyente, en definitiva, falta de humanidad. Sin embargo, si nos detenemos a leer con mayor detenimiento nos encontraremos con que encierra una verdad ineludible, una dolorosa verdad que existe y nos confronta cada día. Basta con detenerse involuntariamente en los cruces de las avenidas de cualquier ciudad y veremos a una joven mujer -siempre joven y siempre mujer; la violencia contra ellas parece infinita- que se acerca a ofrecernos toda suerte de golosinas mientras lleva atado a su espalda a un crío. A veces, el cuadro se hace más cruel y vemos a un par de niños sortear vehículos en espera de que algún conductor le acerque unas monedas. Con algunas variantes, este triste espectáculo se repite de cruce en cruce desde muy temprano hasta el atardecer.


Pero esto que les comento no es novedoso y tal vez ni siquiera les ocupa -si no preocupa-; se ha vuelto tan cotidiano que forma parte de la agenda rutinaria. Lo que yo planteo ahora acá es que esas mujeres y hombres -que las criaturas no se hacen solas- que se reproducen irresponsablemente ni siquiera tienen el gusto de fabricar hijos con placer. Sí, ésa es mi denuncia, la imposibilidad de gozar del encuentro de los cuerpos y con esa satisfacción asumir la existencia. Estas mujeres pasan su vida sin saber jamás qué es un orgasmo. ¿Qué cómo lo sé? Si los tuvieran tendría menos hijos y más placer. Ellos, los varones irresponsables, los machos del rebaño heterosexual, tampoco saben gozar de sus cuerpos -menos del de sus compañera-, seguramente son de los que se ayuntan, 1, 2, 3 y a dormir porque mañana es otro día. ¿Pueden imaginar la frustración de esas mujeres? ¿O es que éstas ni siquiera se han planteado la posibilidad de que exista el placer? ¿Ignoran acaso que el cuerpo siente? No lo creo.


De todas las formas de violencia que padecen las mujeres -y algunos hombres también- existe ésta, la negación al disfrute del propio cuerpo: primero el catecismo jodiendo con aquello de que la carne es uno de los enemigos del alma (como si cuerpo y espíritu no pudieran pasársela muy bien juntos, cooperando entre ellos), luego la familia que reprime todo intento de tocamiento del cuerpo, después la sociedad, en especial el machismo que ha negado -y las otras, sumisas, aceptado- a las mujeres el derecho -obligación diría yo- a gozar de su sexualidad sin considerar al cuerpo como una materia sucia y cargada de malos olores y que encima priva del paraíso. ¿Cuál paraíso? Si el infierno lo tenemos en vida, la gloria del edén también podemos tenerla y ya. Pero nadie nos ha dicho esto, pero nadie ha exigido esto. Un cuerpo libre de tabués es un cuerpo íntegro y satisfecho pese a los altibajos de la vida diaria.


Y ahí están, esas jóvenes mujeres siendo madres sin haber sido plenamente niñas; mujeres que han tenido que ser obreras -me temo que esclavas- sin saber lo que es ser esposa, pareja, amante. Mujeres que tienen que lidiar con el varón borracho e irresponsable porque "ése es su destino", porque "así lo quiso Dios". Me niego a aceptar esta realidad. Me enfurece que ellas no se planteen otra realidad distinta a ésta en la que sobreviven. ¿Qué quién les abrirá los ojos? Nadie, sin duda. Esas mujeres y hombres parecen condenadas y condenados a mantener viva su muerte corporal, su sensualidad nunca descubierta, a habitar un cuerpo sin jamás hacerlo suyo. Cuerpo que otros toman si poseer ni ser poseídos; burbujas henchidas de aire pero privados del tacto que produce el mismo, cuerpos fabricando pobres y desdichas, haciendo réplicas de seres acartonados que no sabrán ni por asomo que en sí mismos llevan un poder infinito, una fuente de bienestar que les ayudaría a enfrentar la vida con otras perspectivas.


Urge pues educar; enseñar a nuestra infancia que el cuerpo es el mejor aliado de cada uno de los individuos: lo que interactúa día con día es el cuerpo femenino y masculino con otros cuerpos masculinos y femeninos; son también cuerpos de ambos sexos los que realizan múltiples actividades, los que hacen largas filas, los que protestan, los que ríen y padecen, los que se alimentan y duermen, los que gozan -o deberían- gozar de la existencia. Somos cuerpos sensibles y pensantes no masas en reposo o en movimiento. Cuerpos e inteligencias en resistencia.


Me gustaría que la próxima vez que se toparan con alguna de estas mujeres, además de darles unas monedas, pudieran ofrecerles también un orgasmo, ése sí es el "verdadero banquete de la vida".

miércoles, 19 de marzo de 2008

VOLUNTAD PARA SEGUIR DENUNCIANDO


ESO es lo que necesito; libertad para seguir exhibiendo lo injustas que son las relaciones entre los seres humanos, la desigualdad social, laboral, profesional, etc., entre hombres y mujeres.


Urge detener la barbarie que se ha acrecentado; basta de solapar, de fingir, de culpar a otros, de esperar en dios o en sus secuaces; es necesario contrarrestar el maleficio religioso que tanto daño causa; ver estúpidos en la TV, en la calle, en todas partes es la mejor evidencia de que el Diseño Inteligente es una ficción más. Si el hombre está hecho a imagen y semejanza de dios, qué pendejo es dios entonces. Más mejoras ha demostrado la evolución.


Hay que parar la violencia en todas sus manifestaciones sin subordinar el derecho -obligación- a la paz, a la armonía frente a los intereses económicos -cfr. China y los juegos olímpicos versus derechos humanos y el Tíbet-. Es inaplazable la necesidad de sensibilizar a las mujeres y a los hombres para recuperar el concepto humanista -válgase el pleonasmo- de ser humano - y obviese la definición que del mismo tienen las religiones opíaceas-.


No puedo referir más; me vence la indignación, me hiere la bruticie de quienes me rodean, la falsedad de muchos, la indiferencia de otros tantos. Pero no me derrotan.

EMOFOBIA.COM


Lo he denunciado en este espacio; lo seguiré gritando hasta que me callen. La heterosexualidad más radical -ergo, la más bruta- está causando desmanes en la frágil convivencia social en la que a diario nos desenvolvemos. Ya le dieron en la madre -eso creen- a los putos. Ya han jodido durante centurias a las mujeres y la moda -la consigna, la gran urgencia machista- es golpear a los emos ¡por putos! (¿Por qué no se plantean ellos suicidarse por pendejos?) ¿Es qué los heterobestias no se dan cuenta que entre ellos si algo abunda son putos?; desde luego, hay más pendejos que putos, pero no se dan cuenta porque son brutos; aunque ellos quisieran tener todo, creen tener derecho a poseerlo todo. Y por ello, imponer su criterio de baja calidad neuronal a la mayoría. En su cerebro no evolucionado no existe el concepto de diversidad. Procariotas bípedos, ambulantes, asesinos.


Ya protagonizaron una riña en Querétaro; luego vino el conflicto en la zona rosa en el D.F.; y las amenazas siguen, la necesidad -si es válido referirlo así- de emprender una ola de violencia contra este grupo social -una tribu urbana más-, uno más de los múltiples que conforman el mosaico citadino, cuyo único defecto -o pretexto- es ser ambiguos. La heterosexualidad hortera NO soporta la imprecisión. Hay que ser machos o hembras y punto. Les escuece el culo la androginia; la masculinidad pasada por el sentimiento, la feminidad pensante, el varón que llora, la mujer que encara al macho, la virilidad que dialoga, la mujer que no claudica. Les arde en su fuero propio la masculinidad que dialoga con su "lado femenino", la mujer que asume su deseo, el hombre que no teme cantar odas a la melancolía, la mujer dramática que no llora por un tipo, el varón y la fémina que hacen de su cuerpo la propia resistencia.


¿Verdad que empezamos a ser más y cada vez más los apestados sociales? Si los grupos que, organizados, se manifestaron pacíficamente en Querétaro y en Puebla no se movilizan verán cada vez más reducido su coto de acción y su libertad de expresión será coartada, condicionada a ciertos corrales lejanos del centro. Y no se trata de crear guetos que no sirve de mucho (por no decir que de nada); eso lo ha demostrado ya el mundo homosexual, hay que salir a la calle y dar la cara y denunciar. Gritar, hacerlo fuerte, sin violencia pero venciendo al miedo. Enfrentado al miedo. Al ogro heterosexista y excluyente, hegemónico y tirano. Ruin y cobarde. Estúpido.


¿Alguien ha escuchado la voz de Gobernación condenando estos sucesos -porque es discriminación-? ¿La Puta de Babilonia -el gallinero católico, pues- ha denunciado las agresiones, ella tan presta a defender a los débiles -? Yo no me he enterado de si alguna institución está reprobando estas acciones y en consecuencia, actuando conforme a la ley. Y me temo que no lo hará porque se trata de eliminar lacras, que a eso se reducen los individuos diferentes. Hay que desaparecer a los que no aceptan la norma, a los diferentes, los raros. Así clama la barbarie hegemónica en la que caben muchos y muchas.


Es lamentable que esté sucediendo esto y sean pocas las voces que se levantan al respecto. ¿Pero qué podemos esperar si el gremio político -la mayoría- apoya a un secretario de gobierno que ha sido evidenciado en su pésima gestión pública? En Tirana el responsable de una cartera renunció luego de una explosión en un arsenal que causó varios muertos; y él en sí NO era responsable del accidente. Pero actuó en consecuencia con su ética, con su compromiso con el pueblo. Y eso, compromiso, es lo que no existe en nuestra cirquera clase política. Y no es augurio ni profecía, pero seguirán los ataques a emos y empezaremos una lista más de víctimas de la violencia que se suman a las muertas de Juárez, crímenes por homofobia, violencia de género, narcotráfico y hambre. Una más, pensarán -¿pensarán?- nuestros dirigentes y se echarán a andar sin inmutarse. Propongo acá la moda de matar políticos de todas las ideologías. Entonces sí que se haría algo. Yo no soy emo ni soy puto. Soy una persona que quiere vivir en paz. ¿Esto es pedir demasiado en este paisito de futbol chafa? Basta. Basta. Basta.

viernes, 14 de marzo de 2008

SIN VOLUNTAD NO HAY EQUIDAD


Soy sumiso porque quiero, porque me gusta, porque me conviene, porque dicen que así lo dice Dios, porque me dijeron que lo fuera, porque así debe ser, porque me he esforzado en serlo, porque este es mi destino, porque no tengo otra opción, porque yo lo valgo.

jueves, 13 de marzo de 2008

LOS NUEVE (NUEVOS) PECADOS DE BENEDICTA XVI



Señor, ¿por qué permitiste esto?


Fernando Vallejo en La puta de Babilonia.




La Puta de Babilonia que no tiene nada quehacer más que joder cordialmente al lejano (porque al prójimo lo tiene más que jodido), luego de analizar la sangría de almas (que se traduce en escasez de capital) decidió inventarse un sistema de recolección de fondos que sea más efectivo y al mismo tiempo cree cotos a aquellos evasores del impuesto espiritual para limpiar las asquerosas arcas de las finanzas vaticanas. Y en un momeno de iluminación (mientras era follado por un miembro de la guardia suiza, supongo) se le ocurrió a la bastarda universal crear, inventar, definir, lanzar al top ten del consumismo, posicionar o como quieran ustedes llamarlo, 9 nuevos pecados sociales -háganme el favor, ¡pecados sociales!. Habría que preguntar también en qué regimen espiritual obtiene uno ciertas ventajas para liquidar tanto adedudo-. Y no tuvo reparos en enumerarlos todos (por eso yo no haré la lista)




Sin embargo, se queda corta la enumeración de pecados que se agregan a los 7 capitales que ya han jodido a la humanidad -cristina, of course- durante siglos. Pero más corta es la visión de la patriarca católica; ya que andaba muy jariosa enumerando nuevos delitos (recuerden que ya antes había reinaugurado el limbo que la teatrera de juan pablo había clausurado; lo que es tener influencias digo yo) se hubieran incluido ellos en ese nuevo index del bien y el mal. Por ejemplo, yo propongo que ser cura jesuita, legionario, franciscano, dominico, opus gay (sic) o de cualquier otra denominación de origen y pederasta tendría que ser pecado mortal. Pero negarlo tendría que ser doble mortal, por mentiroso; que eso sería el agravente mayor a su conducta.




Pero no, la benedicta acusa a quienes consumen drogas (y la difunta se aventó los últimos años de su dictadura dopada full time; si hay justicia ésa no se fue al cielo), a los que contaminan (¿y la mierda que ellos han tirado a la humanidad durante siglos, no cuenta?), a los que experimentan con células madre (como ellos no tienen madre); pero la guinda del pastel es el pecado por enriquecimiento excesivo. ¿No es un pleonasmo esto viniendo de quien viene? La mayor usurera de la historia habla de enriquecerse excesivamente. Supongo yo que este pecado excluye a la iglesia, porque de lo contrario la primera pecadora sería ella misma. No se mordió la lengua porque la tiene bífida y no tiene dientes, pero la perra papal se quedó sin sesos al promulgar semejante estupidez.




Ya me la imagino cavilando: Bill Gates, Carlos Slim, Amancio Ortega y los jeques de las tiranías -monarquías- árabes se sentirán muy mal al saberse pecadores; vendrán a mí a pedir consuelo y alivio para su alma, y yo, que he sufrido los dolores del mundo como si esto fuera posible, les diré que abonen una parte -90% sería suficiente- de sus fortunas al banco del vaticano y nosotros, los servidores fieles de cristo, repartiremos el botin, perdón, el capital en partes iguales ( a nostros, habrá bramado). Porque lo que menos le importa a la jerarquía católica son los pobres. Eso sí, le dice a los políticos del mundo: No usen a los pobres con fines electorales (porque si no ya no podemos utilizarlos nosotros con fines religiosos)




Así va el mundo, millones de lectores, girando a la velocidad que le ha asignado la ciencia y sorteando el cambio climático y las estupideces urbi et orbi que como diarrea avienta el pastor (falso, falso, falso) de la iglesia católica. Amén.

PD. En la Argentina, chatear y usar teléfono celular en semana santa, también es pecado.





En la imagen aparece sonriendo porque sabe que Dios no le va a contestar.

miércoles, 12 de marzo de 2008

DE SIBERIA AL RIO NILO EN 108 MINUTOS


A todas las mujeres en la celebración de su día internacional.


De mujeres accesorios y de héroes imprudente está poblado el universo de Hollywood. Los protagonistas de las historias épicas repiten con fidelidad veracruzana una serie de clichés ¡en serio! No estoy aquí para discutir si el cine debe ser diversión o copia de la realidad. Ni siquiera me interesa poner en el debate los aciertos del cine de entretenimiento. Lo que ahora me interesa es señalar cómo las producciones “gringas” contribuyen a reproducir los estereotipos femenino y masculino contras los cuales se combate desde los estudios de género. Desde la pantalla, el establishment estadounidense contribuye a afianzar los roles sociales (lo que tradicionalmente llamamos femenino y masculino) que parten del sexo biológico –lo cual no justifica tales actuaciones- y que tanto daño han hecho a las relaciones entre mujeres y hombres.

El reloj marca 10000 A.C: ella aparece –un pelín percudida- vestida de Prada y maquilladísima por Alexander MC Queen. Él, y ellos en general, apuestan por modelos salidos de la factoría de los gemelos Squared. Ella bonita y virginal al extremo. Él virtuosamente cobarde. Ya se sabe que sin sanción no hay redención, sin prueba vencida no hay triunfo. Dejaré de lado (intentaré, pues) ese estilo “híbrido” que poseen las producciones hollywoodenses de los últimos años para contar sus historias: mamuts en el delta del Nilo, tigres dientes de sable dando un tour en la sabana africana (¿o de dónde venían los negritos del show?), pollos-velociraptor-dodos merodeando en la selva ¿euroasiática-africana? En este escenario de campo temático (así ven el mundo las personas educadas en el aprendizaje por competencias, ¿visteS esther-josefina?), las mujeres cumplen papeles sociales tradicionales: madre, sabia, esposa, hermana, recolectora bruja, adivina y princesa (la cereza omnipresente del pastel romanticoide); y los varones: guerreros, cazadores, soldados, reyes, vigías que guardan la seguridad de la comunidad. Y en el relato tradicional (anquilosadamente clásico) la historia la desencadena ella. Por culpa de ella, perdón, gracias a ella, el héroe –que para entonces todavía no es héroe- tiene que emprender una larga travesía, sortear toda suerte de pruebas, demostrar que es el macho más fuerte de la tribu y que por lo tanto se merece el premio y el codiciado trofeo siempre es ella.

En la mencionada cinta ella es bonita, pero imprescindiblemente accesoria (para disgusto de feministas y sensatos): seductora contra su voluntad, coqueta por exigencias del guión. Y encima debe cargar con el hecho de ser la causa de las desgracias, que su presencia, acarrea al pueblo. ¿Por eso la llamará bruja toda la película un hipermacho que ha sido seducido por ella? En tanto que él es guapo y joven, ergo, inexperto –siempre en la óptica made in usa- memo, imprudente pero con gran corazón; eso sí, siempre elegido por los dioses. O sea que en ningún momento hombres y mujeres poseen libertad de acción; carecen de libre albedrío, cumplen tradicionalmente su papel. Ni qué decir de la otredad; ésta se ridiculiza (se feminiza; lo que los guionistas entienden por feminidad). ¿Recuerdan a Xerxes de 300? Acá los sacerdotes y la deidad aparecen travestidos, enjoyadas con accesorios de Versace. Si hasta el peinadito de Allegra les pusieron a los varones de una tribu guerrera. Supongo que ninguno o pocos de los espectadores se sintieron identificados en estos esquemas. Sí, ya sé, se trata de un espectáculo y a éste se va a divertirse no a aprender historia. Pero el cine (como la TV y la radio) también informa –desinforma- y (mal) educa mientras a entretiene (enajena).

Quizá por eso prefiero algún tipo de cine europeo (el de autor, el denominado de arte) en donde se suele hacer –al menos más que en el cine gringo- una crítica más puntual de los roles tradicionales que nos obligan a representarnos mujeres y hombres; cito como ejemplo El hombre de su vida, una película francesa que muestra un interesante tratamiento de la homosexualidad soterrada de un varón “exitoso”. Pero en el reino de Hollywood todo es posible: ¿acaso no la tribu de la alta montaña no termina sembrando maíz? De puro milagro no lo cultivaron en la nieve. Sí, lectores, la humanidad pasó de practicar la caza a la agricultura en 108 minutos. A una velocidad mucho mayor con la que se pretende evolucionen las relaciones entre mujeres y varones.


Texto escrito originalmente el sábado 8 de marzo de 2008.

lunes, 10 de marzo de 2008

QUEERERÍA





LAS SIGUIENTES FRASES HAN SIDO TOMADAS DEL LIBRO LA PUTA DE BABILONIA, DE FERNANDO VALLEJO.






  1. Muerto está aquel a quien el corazón se le para.


  2. Cardenal que no se vende compra.


  3. Dios es injusto: a unos los hace hijos de albañil, a otros hijos de papa.


  4. Papa corrupto es pleonasmo.


  5. El que tiene hijos es criminal.


  6. Es más fácil rearmar un huevo quebrado que recomponer el cisma de Oriente.

7. De "hubieras" está llena la eternidad y ya pasó.

8. ¡Alá es más pederasta que cura de la diócesis de Boston!

9. Indio comido, indio ido.

10. De hubieras está llena la eternidad y ya pasó.

11. No hay peor enemigo de la biblia que la biblia.

En la imagen vemos a la "bien adicta" verse sorprendida por una paloma...¿Será el paráclito?





¡BRAVO ESPAÑA!


Mientras algunos pueblos de América se fragmentan ante la imposibilidad de decidirse a qué caudillo seguir; ya saben, el indio necesita del yugo para subsistir, para sentir que la vida vale la pena; en tanto los mexicanitos y las mexicanitas pierden el tiempo en quehaceres pocos redituables, este domingo los españoles han decidido ejercer su derecho al voto y se lo han otorgado a José Luis Rodríguez Zapatero, el candidato del PSOE, jefe de gobierno de la actual administración. Con ello han demostrado no sólo valentía -ETA había hecho tronar la calma una vez más un par de días antes- sino inteligencia, congruencia y voluntad de seguir construyendo -con sus altibajos, desde luego- una sociedad menos injusta y sí un gobierno con un rostro más social, más humano, más próximo a las exigencias de las democracias inteligentes. Con su voto también han puesto coto a la riada catolicista y cirquera que amenaza con joder rouccamente a los españoles que orgullosamente se declaran NO católicos ni fanáticos ni retrógradas recalcitrantes. Ya lo señalaba la misma Maruja Torres (EPS, domingo 9 de marzo de 2008), que con este jolgorio de sotanas (casi) todoterreno, dan ganas de exigir apostasía en masa. Me sumo a ese deseo.


En tanto, desde este espacio doméstico, mi reconocimiento y admiración al pueblo español que ha sabido defender su democracia y ha refrendado, una vez más bajo las balas y los anatemas, los odios del pasado y el tufo franquista, su vocación de una nación libre.


Ojalá aprendiera América; ojalá entendieras México.

jueves, 6 de marzo de 2008

QUE LÍO CON LO MÍO


El título viene a cuento porque cuando intento explicarle a alguien en qué consisten los estudios de género, descubro la dificultad para hacer asequible una abundante literatura que sobre el tema he ido acumulando a lo largo de estos últimos tres años. Y es que el día a día va evidenciando lo difícil que es la convivencia humana, toda vez que los antiguos papeles sociales tradicionalmente representados por hombres y mujeres ya no parecen ser tales, dan la apariencia de estar difuminados o ambiguos o nulos.
Vayamos por partes. Nacemos hembra o macho; no hay de otra (el hermafroditismo no lo consideraré) pero desde el instante mismo en que la madre y el padre saben el sexo biológico del hijo engendrado empiezan a actuar en consecuencia de ese sexo. Si es hembra decoran en rosa y planean el futuro de esa niña en términos de lo que le corresponde por nacer hembra; si es macho, también se actuará en esa consonancia. Así, el sexo que no es elegido por nosotros se verá reforzado por un género que se le impone: masculino o femenino.
Una vez que el individuo va cobrando conciencia de la diferencia biológica percibe también que ésta le exige actuar en correspondencia con el sexo que porta y asume, sin cuestionárselo –tampoco es que haya opción para ello- la actuación de su género: si se nace macho se debe actuar como hombre, ser masculino; si se es hembra es necesario representar lo femenino. Apartarse de estas convenciones implica más que una trasgresión –que lo es- un salto en el abismo. Significa colocarse en el centro de las críticas por atreverse a violar las normas sociales acordadas por la tradición. No importa que el varón esté muy a gusto con su sexo y género (y lo mismo aplica para el gremio femenino), lo punitivo es atreverse a realizar acciones consideradas propias de un género o de otro.

Aunque el debate ha concluido –por decirlo de algún modo- que no existe justificación natural para ceñirse a los patrones acuñados como femenino y masculino, la realidad social, esto es, la convivencia humana sigue trascurriendo sobre esos rieles que no son inamovibles. Lo masculino y lo femenino son mera convención cultural. Combatir esta norma supone que mujeres y hombres deben sumarse al esfuerzo de romper con estos paradigmas para caer –esto es inevitable- en otros más holgados que le permitan una mayor libertad de acción en tanto que son seres pensantes y deseantes que no pueden restringir sus emociones ni contener sus pensamientos a un molde tan reducido como la heterosexualidad.
Por que ésta consiste en señalar como heterosexuales a las hembras que actúan femeninas y a los machos que asumen su masculinidad y que como un imán, se atraen unos y otros bandos; dejando de lado, fuera, expulsando con violencia las más de las veces, a aquellos machos y hembras que estando contentos con su sexo y género prefrieren a los de su mismo género y sexo. Es evidente que la definición de heterosexualidad no alcanza a cubrir el amplio espectro de sexualidades presentes –emergentes- que constituyen el panorama de la sexualidad humana. No basta tampoco el término homosexualidad. La especie humana no puede reducirse a un concepto en aras de su preferencia erótica. Y sin embargo, habituados a clasificar se exige – se necesita, tal vez- un término que nombre lo que existe, que intente definir lo incomprensible –así lo cree la mayoría- , que dé un lugar en el anaquel de la terminología a esas vivencias sexuales que fluctúan sin agobio de un extremo a otro del espectro de la sexualidad.
Quizás así nace la Teoría Queer. Tal vez por eso el término “raro” –que ha existido desde hace mucho- fue el idóneo o el más cercano para clasificar a aquellos y aquellas que van por la vida sin etiqueta. Lo queer defiende la libertad, la necesidad de liberar el cuerpo aprisionado en vocablos, formulaciones, morales, imaginarios, leyes, dictados, referéndum, ordenanzas y bandos por citar lo menos, y permitirle mayor movilidad, disminuirle la carga que lleva en tanto que forma parte de un conglomerado social. No se trata de anular el orden –desordenado- ya establecido. No pretende la anarquía ni el caos ni la abyección. La palabra clave –una de muchas- es la negociación con las instituciones. El individuo precisa negociar la opresión –las limitaciones que padece el cuerpo- con la institución que lo subyuga. Antes debe identificar la estructura que lo oprime, desmontar ese sistema, analizar qué lo constituye, qué lo justifica y luego negociar su posible derogación o extinción.
La teoría Queer –que carece de ser o aspira a ser una antiteoría o una metateoría- quiere que el individuo deje de pertenecer a un rebaño mayor o a uno minúsculo definitivamente y que pueda optar por pertenecer a todos y a ninguno; esto es, ejercer una inclusión en tanto que en determinado momento forma parte de un grupo A y que en otro instante pueda conformar un grupo B siempre sin menoscabo de su valía; sin necesidad de etiquetas que lo hagan sentir que excluye cuando se manifiesta incluyente o que cae en puntualismo cuando apuesta por un estado y como tal efímero. Esto por supuesto, es una utopía. Existe aún mucho por hacer; la orilla queer requiere de variaciones en el imaginario colectivo, en las estructuras sociales, deseducar a mujeres y hombres para reeducarlos en paradigmas más flexibles y menos constreñidos. Empezar ya y no desde cero sino desde donde se está a formular nuevas relaciones humanas que liberen al cuerpo del individuo del yugo milenario que ha cargado sumisamente, apenas cuestionándolo y siempre justificándolo por temor a no saber cómo nombrar lo que está más allá de su horizonte.

miércoles, 5 de marzo de 2008

REFORMA-2

Por enésima ocasión soy convocado para conocer –revisar, evaluar, proponer; la lista de infinitivos es tan infinita como mi fe en la humanidad, supongo- una (nueva) reforma del sector educativo.

Se preguntarán si soy tan famoso que soy requerido para todo los eventos de esta índole o si acaso el país está inmerso en una época de reformas que con tanto curso se planteará la ciudadanía –y con justa razón- a qué hora se pondrán en prácticas las nuevas propuestas si el personal todo el tiempo se la pasa de curso en curso y de jornada en jornada. Lamento decirles que no es ni lo uno ni lo otro; se trata de la misma convocatoria en todas las fases o etapas del proceso de implementación de la misma: una para educación secundaria y otra más para el bachillerato.

No entraré en detalles en qué consisten ambas formulaciones porque si bien mi fe puede ser infinita mi tolerancia no lo es; y refiero esto último porque cada sesión a la que es convocada la plantilla docente es una nueva desilusión respecto al proyecto de educación que tienen los titulares de las dependencias (secretarías, subsecretarías, sistemas, subsistemas, direcciones y demás instancias) y la que poseen los profesionales que están en el día a día dentro del aula. Los primeros copian –haciendo adecuaciones, dixit- planes de estudios y estrategias que han funcionado en otros países. Y los segundos, a cumplir la misión de concretizar –dixit también ellos- fielmente los mandatos de los salvadores de la educación nacional. No importa que en los cambios de sistema algunos personajes consideren “no relevante las matemáticas ni la historia y sí taller de lectura y redacción y ética”, precisamente cuando están pretendiendo convencer a la plantilla docente de la necesidad de hacer que los planes de estudio posean una transversalidad y una interdisciplinariedad. En fin, como toda la ciudadanía lo sabe –y si no se lo imagina- en este país estamos colmados de buenas intenciones, de muchísimos proyectos, jornadas y jornadas para aterrizar lo que se les ocurre, en un momento de éxtasis didáctico, a las sacrosantas autoridades educativas de la nación mexica.