viernes, 26 de marzo de 2010

CUANDO LA VIOLENCIA SE TORNA INVISIBLE

La repetición de un acto permite que quien lo realiza asimile, anule u obvie el funcionamiento de la acción; al grado de parecerle natural, normal, lógico, una situación que siempre ha estado ahí y por ello no posibilita que se reflexione al respecto.

Ese es el encanto macabro de la rutina, que diluye al todo y sus partes en la nada sin (casi) darnos cuenta. Sucede con el amor, la ausencia, el empleo, la muerte, la espera. De ese mecano silencioso sólo puede desprendernos un acto violento como lo es la reflexión. Un suceso que arrebata de la melancolía y nos coloca de súbito dentro de una o varias preguntas.

Suele pasar que vivimos sometidos a distintas formas de violencia sin reparar en ellas, que incluso cooperamos para que concurran y de este modo coadyuvamos a que el sistema funcione plenamente. Cada pieza en su sitio cumpliendo su tarea. Sin espacio para pensar en que es posible convivir bajo otras dinámicas.

La violencia frontal, la directa, la evidente, no es que haya caducado sino que empieza a ser políticamente incorrecta para ciertas personas, que con aspiraciones de gente progre, pinta una raya y se deslinda –eso cree- de las prácticas violentas. Sin embargo, mantiene otras que ejecuta de manera sutil, soterrada, subrepticia que a la sazón pueden ser más efectivas para conseguir un fin y de hecho, con consecuencias más dolorosas para quien las padece.

A este tipo de violencias que se ejercen de forma subterránea Luis Bonino* lo denomina Micromachismos (mM):

[Éstos] son actitudes de dominación “suave” o de “bajísima intensidad”, formas y modos larvados y negados de abuso e imposición en la vida cotidiana. Son, específicamente, hábiles hábitos de dominio, comportamientos sutiles o insidiosos, reiterativos y casi invisibles que los varones ejecutan permanentemente.

Las víctimas de este sojuzgamiento sutil son muchas. Mujeres y hombres que han creído que las cosas suceden porque así debe ser, que las relaciones entre unas y otras están bien así como discurren: injustas, de sumisión de A para B; que no es necesario modificar nada para seguir manteniendo todo –no estoy seguro- en orden. Individuos que habituados a ver el horizonte están imposibilitados para mirar la hoja que rueda frente a ellos. La fatalidad convertida en diario.

Pero también se padece esa micro violencia (con secuelas macro) por la simple razón de pretender deslindarse –algunas y algunos lo consiguen- de los parámetros que la cultura impone. Por querer liberarse de la opresión del género. Por el deseo de querer vivir de otra manera. Puesto así, parece que la violencia es inherente a la vivencia humana. Yo no lo sé.

Cierto es que cuando una mujer (de cualquier edad, clase social, raza o etnia y deseo) se descubre atropellada por expresiones como ¡No sirvo para eso! ¡Estás loca! ¡Si me lo pidieras de otra manera! Puede optar por abrir la puerta y huir o quedarse a coleccionar culpas que interiorizará de manera constante y las asumirá -¿resignada?- como justas: así lo quiere Dios, es mi cruz, no puedo cambiarlo.

Sucederá alguna vez que un hombre (de la edad que sea, sin importar su clase o su etnia o su deseo) reflexione y advierta que ha dicho tantas veces frases como ¡Exageras! ¡Lo que pasa es que tú no me entiendes! ¡Si de verdad me comprendieras!, al extremo de olvidar cuántas veces las ha dicho, se detendrá y optará por construir relaciones de convivencia menos injustas o seguirá en la línea impuesta por la sociedad.

Uno no puede cambiar las cosas, nos han dicho tantas veces. Si fuera cierto, el mundo seguiría siendo igual a como lo era un día antes. Y no es verdad, lo sé desde mi ilusotopía.


Bonino, L (2008) “Micromachismos, el poder masculino en la pareja ‘moderna’” en José Ángel Lozaya y José María Bedoya (Comp.) en Voces de hombres por la igualdad [en línea] en http://vocesdehombres.wordpress.com/ (consultado noviembre 2008).

Bonino, L (1995) Micromachismos [consultado en] http://www.luisbonino.com/PUBLI05.html

jueves, 25 de marzo de 2010

MINORÍA RIDÍCULA

Minoría ridícula llama el presidentito de este país a las bandas de narcotráfico que le están ganando la guerra.
Minoría ridícula no solamente evidencia la mirada miope con la que el intruso de Los Pinos contempla la realidad nacional, sino que delata lo que él piensa de todas las minorías, sean sexuales, étnicas, de clase. Para él todas caben en el concepto de ridiculez. Seguramente se refiere a éstas desde su grupo mayoritario -cualitativamente hablando-, el de los idotas.
Por supuesto que de ello el señor presidente (obligatoriedad de la minúscula) no se da cuenta; rodeado como está de una jauría oligofrénica, resultan estar todos y todas en familia -con valores comunes-. Lo cual a mí ha dejado de importarme (quisiera que de verdad ocurriera así), no así aquello de la suspensión de las garantías individuales cuando el ejército lo crea oportuno y darle en la madre a los ya maltrechos derechos humanos en este paisito.
La suspensión de estas garantías no escandalizó a nadie como tampoco ha habido reacciones contra el pederasta maciel, como tampoco se ha protestado contra la alza de precios, los atropellos constantes de las policias, las víctimas de la guerra contra el narcotráfico del okupa de Los Pinos. Acá sobra desvergüenza y apatía. Falta voluntad, sesos, un poco de reflexión, pero sobran telenovelas y discursos enajenantes, refrescos idiotizantes (con o sin azúcar) y noticiarios que no dan noticias sino infomerciales.
La culpa, es sin duda, de la minoría ridícula que conseguido poner justo patas arriba la realidad de un país que se ha creido todos los cuentos que narran que habitamos el mejor de los mundos posibles. Basta con mover un grado el ángulo de la visión para darse cuenta del terror que es habitar entre cenutrios y cenutrias, que para más inri, nos (des) gobiernan.

miércoles, 24 de marzo de 2010

PERRA QUE LADRA ¡HISTÉRICA!


Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.

Lc 23, 34


La perra no solamente resultó ser corriente sino también brava. Y mucho. En mitad del escándalo por casos de pedofilia y abuso sexual que revela el verdadero rostro de la iglesia de cristo loco (dixit Fernando Vallejo), la siempre atenta al show mediático ha lanzado sus nuevas dentelladas hacia su enemigo favorito: el DF.


¿Por qué odia la ciudad? ¿Por qué la que tiene por mandato amar al prójimo aborrece a los libres pensdadores de la capital? No lo sé ni me importa, basta con que sepa que la arquidiócesis tiene como blanco favorito de sus frustraciones a la ciudad de la esperanza, quizá porque ésta ofrece (o al menos eso pretende brindar) a la ciudadanía lo que la primera no puede dar a sus (in)fieles: libertad.


La brama le viene de lejos, pero esta vez el ladrido es a propósito de la posibilidad de ampliar el horario de cierre de los bares, centros nocturnos y demás tugurios donde la gente se divierte (lo que se entienda por divertirse). Sea población local o turistas. Pues hasta eso le agobia a la siempre falsa: la ALDF es, en sus palabras, “laboratorio para crear leyes criminales”.


¡Crista sacramentada! Y no se mordió la lengua ni el rabo. Ni la vigila respeta (perra que come carne, aunque le quemen el hocico) y añade que estos centros funcionan bajo la “complicidad corrupta de las autoridades (véase Milenio Diario 24 de marzo de 2010). ¡Joder! Pero si en 19 de las 27 diócesis de Alemania (por citar un ejemplo) hay casos documentados de abuso sexual a menores, incluso en una los hechos sucedieron cuando el papa nazi era obispo de una de ellas, es decir, con su complicidad corrupta ¿o debo decir con la venía de dios?


Me harta el cenutrio purpurado –seguro que no sabe lo que significa cenutrio- que tiene el hocico en donde debía tener el ano (sujeto contra natura es, sin duda), ¿cómo se atreve a ver la brizna en los ojos ajenos estando los de su pastor cegados por la mierda? ¿De dónde –cree- que le viene la autoridad para tirar tantas piedras sin ton ni son? ¿No hay quién le lea los borradores de sus comunicados antes de que los haga públicos? ¿No existe alguien quien quiera a este animalito y se apiade de él y lo asile en alguna jaulita VIP de cualquier perrera municipal?


Se alcoholiza quien quiere. Se pierde en cualquier actividad –y se torna vicioso- quien así lo decide. No conozco yo reglamento alguno que ordene asistir a los antros (a embriagarse, drogarse, coger) los fines de semana y en las festividades, como sí ordenan los mandamientos de la iglesia -no los escribí yo- ir a misa y comulgar los domingos y en las fiestas de guardar. ¿Y acaso yo he repelado por esa normatividad caduca y absurda para mí? ¡Pues no! Cada quien decide dónde invierte su tiempo libre y dónde hipoteca su voluntad.


¿Por qué entonces el aspirante a papa quiere normar la vida de quienes se mantienen al margen de su catolicismo? Si tuvieran un dedo de sensatez quienes se declaran seguidores del camino de dios, ante tanta evidencia de su maldad, ya habrían salido en desbanda de esa religión presuntuosa e hipócrita, que se jacta de ser milenaria. Millones de años tienen también las cucarachas de habitar el plantea y no lanzan comunicados en time prime.


Basta de tanto cinismo malamente disfrazado de evangelización. Supongo que trabajo de sobra debe haber en la labor pastoral de este sujeto como para andar perdiendo el tiempo en lanzar ladridos a la sombras, lo que delata más miedo (no sé a qué) que valentía. Por lo pronto pido que cuando acaben de vacunar contra la gripe AH1N1, se emprenda una contra la rabia, no sea que una canina rabiosa (frustrada e histérica) pululando a las afueras de un antro 'de mala muerte' me muerda.


martes, 23 de marzo de 2010

NI AMABLES NI BUENA GENTE: CENUTRI@S

Pablo Ordaz, colaborador del diario EL PAÍS señala que en México se gasta mucho dinero al hacer uso del teléfono, ya docimiciliario o celular "gracias a los minutos que los mexicanos dedican a saludarse y a despedirse amablemente"*, y ésta sería una de las causas por la cual Carlos Slim (el rey de las telecomunicaciones en México) es considerado el hombre más rico del mundo. Yo difiero de dicha afirmación.
L@s mexicanit@s no son ni más amables ni gentiles que cualquier otro ser de la Tierra. Más bien son unos entrópicos cerebrales que les impide ser concretos y específicos en cuanto a lo que desean comunicar y por ello hacen un uso inadecuado de los medios de comunicación cuando no, los subutilizan (subusuarios). La gran mayoría de estos sujetos portan el aparato móvil más caro (al menos a eso aspiran bastantes) y por ello se endeudan, mientan, roban, transan, con tal de cumplir su deseo. Pero no es extraño toparse con que la gran mayoría de estos presume-celulares no tiene crédito. Y entonces su aparatejo sólo lo emplean para recibir llamadas o entrenerse en los juegos.
Soy categórico cuando aseguro que un teléfono móvil no sirve si no tiene crédito o saldo para establecer comunicación con quien uno guste o tenga urgencia de hacerlo. Pero en ello no reparan los zafios que se ufanan de su inepto artículo de lujo (lo que ellos entienden por lujo). Por eso cuando a los ilusos (también hay ilusas) les caen unos pesos de saldo lo primero que hacen es llamar ostentosamente (deténgase a mirar la pose y a escuchar el tono y volumen que emplean algun@s para que todos se den cuenta de que están por fin empleando su aparatejo) y eso hace creer al extranjero bien intencionado que el mexica es amable. Falso, no lo es, es cenutrio sin saberlo.
Un ejemplo de uso inadecuado del servicio SMS es:
A: ¿qué haces?
B: nada
A: OK.
En ese intercambio de no-información se han invertido casi 3 minutos y aproximadamente $5.00. Si multiplicamos esta cantida por los milllones de usuarios que conforman la red de telefonía móvil, se entiende por qué Slim es un hombre solvente. Para nada ha sido la cortesía sino la inpetitud la que alienta que se gaste mucho tiempo y dinero en establecer contacto telefónico en este país. La ignorancia siempre ha sido productiva.
Y eso lo saben las autoridades educativas, las televisoras, Slim y su pandilla, el gobierno y muchos más, menos aquellos y aquellas que invierten demasiado en tratar de hacerse entender. Ordaz también señala que el mexicano no protesta o lo hace poco; y la razón de esa pasividad viene de la religión y de los tipos de gobierno 'lavacerebros' que han convertido la inteligencia de los sujetos en páramos. Desde luego que hay más razones, pero estas son algunas de las más visibles cuando se observa detenidamente y sin buena intención a l@s mexicanit@s.
Pero hay que hacer realidad el dicho: "si quieres saber cómo es Andrés (o Inés) vete a vivir con ella un mes". Seguro que antes de una semana, se sabe ya por qué resulta caro decir 'hola' y 'chau' en el México (del bicentenario).*(http://www.elpais.com/articulo/economia/global/cortesia/sale/cara/elpepueconeg/20100321elpnegeco_5/Tes

sábado, 20 de marzo de 2010

NO SOY HOMBRE, NO SOY MASCULINO: SOY QUEER

Queer es una posición política en la que se argüye que tanto el sexo como el género son construcciones culturales -lógicas de biopoder- en aras de someter (el cuerpo de los) sujetos a formas de subordinación para mantener la hegemonía de la triada de prestigio: hombre-masculino-hetersoexual.

Cuando aseguro no soy hombre y que no soy masculino, estoy afirmando: a mí me vale madre si a los otros les gusta cómo soy; sólo intento ser libre, vivir conforme a mi deseo (en el sentido amplio del término) y no al de los demás.
Devolverle a mi cuerpo espacios de libertad.

martes, 16 de marzo de 2010

ALICIA EN EL PAIS DE LAS MARAVILLAS

¿Puede Alicia en el País de las Maravillas leerse con enfoque de género? Yo creo que sí, pues a diferencia de la mayoría de los cuentos de la factoría Disney que giran en torno a una princesa en apuros, que será irremediablemente liberada por un príncipe (¿azul?) apenas sin despeinarse; la protagonista de esta versión libre del cuento de Lewis Caroll, no solamente pierde la compostura al bordear lo políticamente correcto con su actuación, sino que pelea contra el dragón y desdeña al héroe y con ello el final y fueron felices para siempre.

Sin embargo, no es tan simple como lo he referido. La protagonista vive en una sociedad victoriana en la que la mujer existe como accesorio, sirvienta, amante, enfermera, subalterna, como archivo adjunto, en el papel de esposa seguido casi incuestionablemente del de madre. A ese estilo de vida es al que Alicia pone pausa para ir en pos del conejo con chaleco que la ha perseguido en sueños (mi pesadilla, dice ella).

Luego de cumplirse tal cual estaba escrito en su pesadilla, la protagonista se encuentra inmersa en el espacio que identifica como un sueño aun cuando los habitantes de este País se empeñen en convencerla de que es realidad, la que no es verdadera es ella, Alicia. Tú no eres Alicia, le dice la Oruga Azul. Antes, los otros habitantes frikis han dudado de si es ella o no la Alicia esperada. He aquí la primera (y en realidad única) prueba que debe superar en este mundo (y en el otro). Demostrar que es ella. Una mujer no es una mujer hasta que prueba serlo, tradicionalmente casándose, manifestándose dependiente, llena de hijos, sufrida.

Alicia tiene otras posibilidades de probar que es ella misma: debe vencer a un monstruo en un día marcado en la oficialidad de este País. Ella duda, se resiste a tener que cumplir con ese reto, pues está convencida de que ella es ella misma y que no tiene porqué probarlo a un puñado de seres que no son más que productos de su imaginación. No obstante, la presencia de El sombrerero loco la hará que se plantee considerar lo que la profecía dice acerca de ella.

En este lugar existen otras dos feminidades significativas: ambas reinas (la buena y la mala), las dos desean la corona (el reino y aunque no se dice, también al príncipe que en este caso hay que inventar), pero sobretodo, lo que quieren es el poder. Es mejor ser temida que amada, dice la Reina Roja a su adjunto por quien siente lo que podríamos llamar, un afecto especial. Fuera de este sujeto y de El sombrerero loco, la masculinidad no está presente salvo como accesoria, como ese marco en el que se encuadran las acciones de los demás, sin que ello implique que sea relevante per se. Un papel importante ha jugado el padre de Alicia cuando ésta era una niña. Luego esa voz-guía la asumirá La Oruga Azul, El sombrerero loco y nadie más.

Alicia no debe preparar su vestido y tocado para el baile en el castillo. Antes bien debe ir por la espada con la que enfrentará al dragón. Y lo hace sola, sin hechizos, ni hacer uso de sus encantos físicos, sin chantajes ni lloriqueos. Se vale de estrategias, de movimientos reflexionados, de su astucia más que de su intuición. Para demostrar que Alicia es Alicia debe ser una no-mujer sino un Campeón. Pero hasta ese reto acepta y gana.

Si las reinas visten con una chocante feminidad plástica traducida en afeites, vestidos, actitudes sobreactuadas, y a Alicia la vemos vestida con un glamour de la periferia made Chanel y Dior, ello no obsta para saber que el vestuario no hace a la top model. Alicia se enfundará en traje de guerrera en su combate con el dragón, mostrará con orgullo la herida de la bestia y no exclamará un ay ni derramará una lágrima. Tampoco pedirá ayuda a fuerzas sobrenaturales sino que apelará a su fortaleza interior para decapitar al dragón.

Alicia prueba que es Alicia y demuestra que es también una mujer al renunciar a los clichés de su época sin por ello perder su muchosidad (digámoslo así), femenina.
Alicia tiene la opción de no volver a la realidad londinense pero elige hacerlo para darle play a la escena en la que nos hemos quedado al inicio. Decide plantarle cara a la propuesta matrimonial y con ello confrontar a lo que se espera de ella en ese momento, de lo cual nos da puntual cuenta antes de decidir que será navegante.

Hacia el final vemos a una mujer que sabiendo que está torciendo las cuerdas de su sino asume lo poco que puede hacer en una sociedad tan asfixiante como lo sigue siendo ésta del siglo veintiuno para muchas y muchos. Pero sabe, y ese es su gran triunfo, que al menos lo ha intentado.

sábado, 13 de marzo de 2010

LA IGLESIA DEL MAL

La cantidad de atrocidades cometidas por la iglesia católica (minúsculas obligatorias en adelante) son tales, que no puede llamárseles cerdos sin ofender a estos animales tan sabrosos. Pero es casi un hecho que lo que ha salido a la luz es una cantidad mínima de las verdaderas atrocidades que esta ruín institución ha cometido y sigue cometiendo. Que el mismo papanazi se haga el loco ahora y quiera deslocalizar un hecho que ocurrió en su jurisdicción episcopal hacia los ochenta, evidencia las prácticas evasivas con las que estos zafios propagan el evangelio de Cristo (loco).
¿Debo tener misericordia de seres de esa calaña? A mí no me basta que ocurra -si llegase a darse tal hecho- un mea culpa ni recompensas millonarias para con quienes han sido víctimas de estos miserables, que de algo servirían, desde luego; pido un año jubilar del perdón verdadero -no esos circos que juan pablo II protagonizó por el orbe- y que la institución asuma su real papel social o que desaparezca si no es capaz de reivindicarse. Me gustaría verla comer tierra y renunciar a ese oropel que la mantiene oxidada y en la autocontemplación.
Ha salido en la prensa -en La Jornada de este miércoles 17- las declaraciones de la siempre necia universal alegando que hay más pederastia fuera de la iglesia que dentro de ella ¡Jesucrista sacramentada! ¿Es así como la siempre falsa entiende las estadísticas? Si a esas vamos, podría afirmar temerariamente que hay más crímenes en la Tierra que en la Luna o que en el reino animal se mata por necesidad; vamos, que sobran infundios para establecer analogías.
Cuando le conviene a la Puta de Babilonia se ampara en el método científico -lo que ella entiende por tal- y cuando se acuerda de su misión espiritual arremete contra todo aquello que le estorba. Clemencia pide la impía cuando no se ha tocado el corazón ningún zángano -denme nombres de alguien que sí se haya manifestado en contra- para defender los atropellados derechos de las mujeres en aquellos estados ruines donde está prohibido abortar. Prudencia exige la que ha ventilado desde sus azoteas la perversión y malignidad de los homosexuales -no suele decir lesbianas ni trans porque se autogolea, tal vez- porque un gobierno sensato les posibilita el acceso al matrimonio y a la adopción.
Enferma y testaruda ella, la presunta iglesia de dios; zafios y desviados ellos, los pupilos del mal que la conforman. Harto estoy yo de tener que descatolizarme cada día para evitar cargar con la vergüenza que me nace de saberme bautizado en esta legión de seres hipócritas y cenutrios. Imposible hacer apostasía constante sin sentirme cansado de despellejarme una fe que lejos de procurarme esperanza y consuelo me ha causado más daño que el cambio climático, el desempleo y la enfermedad juntos. Me sobra desprecio para repudiarla.
Y sin embargo, quiero creer que esta vez habrá un acto de dignidad global que pondrá contra las cuerdas a quienes han cometido tanto daño, amparados o en nombre de una creencia caduca aunque trinen algunos purpurados. Ojalá que haya justicia en la Tierra, es mi deseo pueril, porque dudo que exista en el cielo, en el suyo, of course.

miércoles, 10 de marzo de 2010

MATRIMONIO ENTRE PERSONAS DEL MISMO SEXO



Este jueves 11 de marzo de 2010, en el bicentenario del inicio de una malograda independencia (que así es, aunque duela) acontecerán los primeros enlaces matrimoniales (que no las pestilentes alianzas partidistas) entre personas del mismo sexo en el DF. Y aun cuando me mantengo en pie de lucha precisamente por el reconocimiento del derecho a una ciudadadían plena, no pensé vivir para presenciar tal hecho.


Dicha realidad me conmueve, me emociona, porque independientemente de si alguna vez casaré o no, celebro que sea posible. Una isla pequeña en un océano de un conservadurismo que se convierte en abismo.


Cientos de años viviendo al margen de las prerrogativas del matrimonio concebido como un pacto (voluntario) entre un hombre y una mujer, se entiende que adultos, cabales, autónomos. Existiendo en el limbo de los derechos civiles pero cumpliendo puntuales (la mayoría) las obligaciones con el Estado.


La posibilidad de contraer matrimonio no desencadenará un tsunami de bodas ni de adopciones ni de divorcios pasada la euforia del Gran momento. Nadie se ahorca solamente porque tiene en sus manos una soga. Lo que sí me gustaría que sucediera de manera masiva, es la recuperación de la dignidad de los sujetos sexo diversos que se han mantenido, la mayoría de las veces, en la sombra o en la penumbra por el simple hecho de no acatar la heteronorma.


El matrimnio devuelve una visibilidad re-dignificada y posibilita la asunción a una (verdadera) ciudadanía. Esto es lo que significa para mí el derecho al matrimonio y a la adopción. La posibilidad de empezar a vivir de otra manera, la digna, al fin. Falta todavía mucho, sí, pero hagamos un alto en la batalla y que empiece la fiesta.


¡Enhorabuena a aquellas y aquellos que desde ya comienzan a disfrutar de este derecho!


sábado, 6 de marzo de 2010

VIVA LA FAMILIA (DE MARCIAL MACIEL)


Las recientes declaraciones de los hijos (unos de tantos, seguramente) de marcial maciel, que Dios tenga en lista de espera, nos recuerda que es en el núcleo de ésta donde se forjan los ciudadanos verdaderos, los genios, los artistas y los monstruos. Sobre todo éstos últimos. ¿O de dónde salieron los sátrapas, los dictadores, los narcotraficantes, los secuestradores y los violadores, los machos y las hembras bravas, los corruptos y los pederastas? De ahí justamente.

De ese centro que algunas instituciones insisten en santificar obviando que sobran los individuos enfermos que, unidos en sagrado nexo matrimonial (reciban con alegría los hijos que dios les dé) adquieren permiso para obrar el mal y con el ello el fuero para legitimar sus acciones negativas, of course, el bien no requiere la extensión de un certificado para que acontezca.

Todo esto y más ha ocurrido durante siglos en la feliz familia heterosexual, hecha a imagen y semejanza de quién sabe qué modelo abstracto que ha servido como pretexto para someter a los sujetos institucionalmente. ¿Por qué pues se acusa a priori la familia homparental de que en su seno surgirán todas las manifestaciones del Mal? ¿No acaso ésta podría contribuir a la formación de (buenos) ciudadanos sin distingo de su deseo? ¿La formación de ciudadanos es privilegio de una estructura única? Si los sueños de la razón han formado monstruos, ¿las pesadillas de la locura producirán hadas?

Hoy mismo, en vísperas del cacareado día de la familia (la de quién, pregunto yo), la prensa informa que un hermano del papa ha sido acusado de abusar de un grupo de niños cantores que él dirigía. No lo digo yo, la evidencia está ahí afuera para quien tiene ojos, los abre y mira detenidamente. Sobran ejemplos que dan cuenta de la putrefacta conducta una iglesia zafia, obtusa, depravada, enferma. Y si ésta que es la madre santa (el cadáver de la novia de Cristo, corregiría yo) está así, ¿cómo se encontrarán los proclamados hijos de dios? Yo no me trago este cuentito mal narrado.

Es hora ya de que alguien le ponga el bozal a la perra y ésta se ocupe de sí misma antes de seguir mirando espigas en los ojos ajenos y pontificando sobre un Bien que no practica y sospecho que desconoce. Que cada cuerpo viva conforme a su deseo sin que éste atropelle la dignidad de los demás: más vale buen ciudadano y mal cristiano, que mal ciudadano que pretendido buen cristiano que no es posible y sí una santa jodidez, como consta con el ejemplo de la sagrada familia de maciel. Amén.

jueves, 4 de marzo de 2010

TAMBIEN TENGO MI 'MAURITA' PERO YO NO LE HAGO CASO


Recién empieza marzo y antes de que llegue la maldita primavera y me maldiga sólo a mí, se ha cagado sobre la cúpula (o la mitra de Norbi; en adelante todas las minúsculas obligatorias) de la iglesia católica de este paisito siempre hambriento de chismes; como la causa para beatificar a mamá Maurita ( http://www.maurita.org/), a quien yo mandaría al infierno ipso facto por haber parido a la pederasta sin par de maciel; después de todo ella no sabía el engendro que había alumbrado (u oscurecido, según se lea), pero tampoco estamos como para hostigar al cielo con tanto santo azteca.

Con todo, ha surgido así, como por generación espontánea, como obra del Maligno a quien tanto preconizan los purpurados sobre todo, las declaraciones de los hijos (¿algunos?, ¿otros?, ¿los demás?) del infernal maciel a quien juan pablo segundo trataba como hijo predilecto de la puta de Roma; miles de fotos y discursos aseguran esto que yo cristianamente repito. ¿Sorpendidos? Sólo cabe el asombro en los ilusos y en los buenos de corazón -que desde luego no es mi caso- que en plena cuaresma se están tirando este BBQ inesperado, insisto, para algunos y algunas.

Yo en realidad espero como apóstol en pentecostés, que de este porquerizal salga más mierda que del Río de los Remedios ¡cómo no va a saturarse el drenaje profundo de la Ciudad de México si por su cauce corre la podredumbre de esta iglesia que se presume santa, católica, apóstólica y romana! Yo empezaría a pensar en otro nombrecito más modesto y más cercano a lo que ésta en realidad es y no a lo que finge representar. De mentiras están tapiadas las catacumbas del vaticano.

Y resulta que una mierda no hace caño ¡Ajá! Curiosamente cuando el Mal está en la acera de enfrente braman, ahúyan, gimotean, gritan desde las azoteas (o sea, el púlpito) que hay que acabar contra quienes lo representan; no he olvidado todo lo quela jerarquía católica ha bufado en distintas zonas del país respecto al derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo y la posibilidad de la adopción, asegurando que con ello, el Mal destruirá a la familia; así estará ésta de fuerte que cualquier cambio en la legislación la amaga. Y puede que tengan razón: la pederástica legionaria se casó y adoptó y abuso de sus hijos, ciertamente esta ley puede ser la bendición papal para que el peligro nos enguya a todos y todas. ¡Estupideces!

Pues resulta que ahora la iglesia hace mutis o eso intenta. Porque esta vez Norbi no habló antes la cámaras (ya saben, la timidez lo domina) para despotricar ante una de su especie, qué va, si perra no come perra; envió a su vocero. Para grandes shows es el arzobispo de México, para los populacheros, está Hugo Valdemar, el vocerín oficial, que no habla in personae Christie sino tapando a la canis latrans del anáhuac: "es temerario asegurar que el arzobispo solapaba al padre marcial maciel [...] no vivía con el fundador de los legionarios; por tanto desconocía la vida 'desordenada' de éste" ¡Mega estupidez! (Después aparecería en Milenio Diario que no solamente sabía, sino que tenía los pelos de la burra o del animal que haya sido no solamente en las manos).


El cardenal ha sido temerario en sus opiniones sobre la laicidad del estado, las leyes que pretenden incluir a las minorías, respecto a la política y ahora resulta que se nos pone prudente. Ahora pónganme una estrellita de ceniza en la frente por mi ingenuidad. Esta vez se oculta porque cobardemenete se niega a encarar la saliva tantas veces escupida al cielo. Quiero oir que algún sapiente purpurado asegure que tiembla en el mundo por toda la mierda sepultada por la iglesia en sus dos milenios de existencia y no a causa de su homofobia que no es más que una forma de ignorancia y de ceguera.


Yo tengo mirada de obispo, por eso no miro algunas cosas, pero en mi estrechez intelectual sé que tiembla debido al movimiento de las placas tectónicas y que cuando se han cometido atropellos contra las personas y su dignidad es de justicia reparar (hasta donde sea posible) lo que se ha dañado. Puede que no celebre el día de la familia porque mi concepto de ésta va más allá de la célula de explotación (capitalista-católica) de los sujetos a través de la producción y reproducción de esquemas de subordinación y exclusión de muchas y de muchos bajo el nombre de lo que denominan valores. Pero sé que lo que muchísimos dirigentes de la iglesia han cometido son crímenes de lesa humanidad; se antoja hacer apostasía de la fe, en la que sin preguntarle a uno lo embarran.


Ojalá esta vez se haga justicia y se desista de pretender elevar a los altares (como una burla más a las víctimas) a mamá maurita, marcial maciel, a karol wojtyla y a toda esa caterva de seres que cuesta trabajo adjetivarlas como humanos.
En la foto: ¡Id y depredad en nombre mío! Amén, dijo la otra.