sábado, 6 de marzo de 2010

VIVA LA FAMILIA (DE MARCIAL MACIEL)


Las recientes declaraciones de los hijos (unos de tantos, seguramente) de marcial maciel, que Dios tenga en lista de espera, nos recuerda que es en el núcleo de ésta donde se forjan los ciudadanos verdaderos, los genios, los artistas y los monstruos. Sobre todo éstos últimos. ¿O de dónde salieron los sátrapas, los dictadores, los narcotraficantes, los secuestradores y los violadores, los machos y las hembras bravas, los corruptos y los pederastas? De ahí justamente.

De ese centro que algunas instituciones insisten en santificar obviando que sobran los individuos enfermos que, unidos en sagrado nexo matrimonial (reciban con alegría los hijos que dios les dé) adquieren permiso para obrar el mal y con el ello el fuero para legitimar sus acciones negativas, of course, el bien no requiere la extensión de un certificado para que acontezca.

Todo esto y más ha ocurrido durante siglos en la feliz familia heterosexual, hecha a imagen y semejanza de quién sabe qué modelo abstracto que ha servido como pretexto para someter a los sujetos institucionalmente. ¿Por qué pues se acusa a priori la familia homparental de que en su seno surgirán todas las manifestaciones del Mal? ¿No acaso ésta podría contribuir a la formación de (buenos) ciudadanos sin distingo de su deseo? ¿La formación de ciudadanos es privilegio de una estructura única? Si los sueños de la razón han formado monstruos, ¿las pesadillas de la locura producirán hadas?

Hoy mismo, en vísperas del cacareado día de la familia (la de quién, pregunto yo), la prensa informa que un hermano del papa ha sido acusado de abusar de un grupo de niños cantores que él dirigía. No lo digo yo, la evidencia está ahí afuera para quien tiene ojos, los abre y mira detenidamente. Sobran ejemplos que dan cuenta de la putrefacta conducta una iglesia zafia, obtusa, depravada, enferma. Y si ésta que es la madre santa (el cadáver de la novia de Cristo, corregiría yo) está así, ¿cómo se encontrarán los proclamados hijos de dios? Yo no me trago este cuentito mal narrado.

Es hora ya de que alguien le ponga el bozal a la perra y ésta se ocupe de sí misma antes de seguir mirando espigas en los ojos ajenos y pontificando sobre un Bien que no practica y sospecho que desconoce. Que cada cuerpo viva conforme a su deseo sin que éste atropelle la dignidad de los demás: más vale buen ciudadano y mal cristiano, que mal ciudadano que pretendido buen cristiano que no es posible y sí una santa jodidez, como consta con el ejemplo de la sagrada familia de maciel. Amén.

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