viernes, 29 de mayo de 2009

DES-GOBIERNO

Para cerrar el mes de mayo, tan intenso como el virus de la influenza del que de pronto, ya nadie habla, y a propósito del cual en algún lugar de Verafiel luce desafiante y horrorosa la estatua del "paciente cero" (¿Desde cuándo se lleva como orgullo ser el primer infectado de una epidemia?), el gobierno federal y las campañas políticas nos ensucian la existencia con sus propuestas cenutrias.
1. FCH anuncia que habrá cobertura médica para las embarazadas de este país. ¡Bravo! aplaudirán muchos y muchas más. A mí me entristece tanta estupidez. En un México que tiene problemas varios debido, entre otras causas, a la sobrepoblación, premiar la reproducción de mexicas es una irresponsabilidad tal como la corrupción y la injusticia que permea la gran mayoría de los estratos del gobierno y la vida pública en general.
En lugar de que se fomente el control de la natalidad, se eduque (de verdad) en el ejercicio de la sexualidad responsable y se libere el cuerpo de las mujeres de ese sino fatídico que les impone el género, se insiste en tener más criaturas que vendrán, muchas de ellas, a engrosar las estadísticas del hambre, el desempleo, la pobreza en sus múltiples manifestaciones. A parir, se ha dicho, es la consigan, la cual, junto con la penalización del aborto en otros estados, no tiene más fin que joder más a este paisito. ¿Acaso hacen falta habitantes al planeta?
2. Otra del Partido Verde Ecologista (su nombre ya es una burla, ¿no les parece?): si el gobierno no te da las medicinas, que te las pague. Y rien todos y todas al sonoro rugir del cañón. ¿De qué o de quién se rien? ¿De quienes presenciamos semejante estupidez hecha spot? Si el gobierno no te da las medicinas es porque, gracias a la corrupción, no hay dinero para surtir las farmacias de los centros de salud y no digo acá ninguna novedad o verdad velada. Pregunto yo con inocencia verde. ¿De dónde saldrán los recursos para que el gobierno me de el vale para canjearlo por medicinas en farmacias (en manos ¿de quién?) no explicitadas.
3. En varios spots del DF se lee: porque hay que garantizar el seguro de desempleo. ¿Pero quién diseña estas estrategias? ¿No se dan cuenta de que el mensaje que dan es precisamente el de incertidumbre más que el de supuesta tranquilidad que aspiran trasmitir? ¿Por qué mejor no ofrecen crear las condiciones para generar empleos mejor pagados? ¿De dónde saldrá el dinero para pagar un seguro de desempelo si precismente porque no lo hay es que se cierran fuentes de trabajo? A mí como que no me cuadra la lógica de la política de este paisito... tal vez por eso nunca ocuparé un curul...

jueves, 28 de mayo de 2009

DIXIT

Lo que se dice del Sujeto no siempre es el Predicado.

martes, 19 de mayo de 2009

MUJERES Y RABIA

Un doctorado no quita lo pendejo; lo legitima.
En el mundo existen, afortunadamente, hombres y mujeres que apuestan por la construcción de relaciones humanas basadas en el respeto, en el diálogo, en el intercambio de saberes a partir de las diferencias que existen entre unos y otras. Diferentes, así somos, nunca iguales. Quienes apuestan por la supuesta igualdad no hacen más que atentar contra la naturaleza que desconoce la simetría.
Celebro la convivencia que mantengo con esas mujeres inteligentes y bellas que luchan por alcanzar la equidad y la justicia; no la fotocopia ni el facsímil con los hombres y torpedan todo intento de negociación entre los sexos. Ese es uno de los retos y obstáculos con los que nos enfrentamos los varones que nos aventuramos en los estudios de género: mujeres cegadas por la ira que resultan más letales que un cáncer.
Si el feminismo sigue teniendo más detractores que seguidoras no se debe únicamente al machismo de los hombres, a la misoginia o a la necedad de éstos por seguir detentando el poder y toda suerte de prácticas que han mantenido subordinadas a las mujeres. Las causas son varias y algunas más cuestionables que otras, ciertamente. Pero se pasa por alto, que un buen porcentaje de los yerros del movimiento se debe a la participación de algunas mujeres, que en lugar de sumar, sacan mal la raíz cuadrada.
Pasaré por alto aquellos ejemplares de féminas que se obsesionan tanto por obtener el falo que terminan siendo más machos que cualquier varón bien dotado. Tampoco me detendré en aquellas que sueñan con una sociedad sin hombres o de hombres sin pene y afirman que no tienen vagina. Pienso ahora en aquellas resentidas de tal modo con la vida, que no toman partido por las causas de las mujeres si no a favor de la destrucción de los hombres, lo masculino y todo aquello que signifique la masculinidad.
Son esos seres grises que habiendo sufrido tanto, no han conseguido superar el dolor y han tornado su existencia en una batalla constante contra fantasmas y delirios. Son mujeres que destruyen los puentes construidos por otras para establecer el diálogo con los hombres. Defenestran su cuerpo al que despojan de todo rastro de feminidad y al anularlo gravitan en torno al puñado de huesos heridos que son y no se dan cuentan. Son cuerpos que no han podido refundar su persona a través de narrativas que les sanen luego de ubicar dónde han sido dañadas. En lugar de relato tienen pesadillas.
Este tipo de sujetos son el rostro malencarado de una feminidad que no se ve representada en esa máscara. Así como no todos los hombres son machos, tampoco todas las mujeres feministas son lesbianas, anorgásmicas, antihombres, resentidas con el poder y la vida o con quien resulte responsable. Para joderse la vida sólo falta echarle ganas, y seguro algunas son muy disciplinadas en eso. Masoquismo sin objeto real. Melancolía pura.
Contra seres así no es posible negociar. Imposibilitadas para el diálogo (su rencor anula toda estrategia inteligente y apuestan por el silencio como arma letal contra los hombres; que se les revierte), que requiere perspectiva más que mismo nivel, su vida se consume representando un papel que no quieren y que actúan mal.
Pobrecitas, mis muchachitas, diría una voz sabia. Intentan trepar arañando las paredes habiendo elevador para llegar al piso alto. Olvidan que no es preciso hablar para demostrar conocimiento, como no todo aquel que habla aporta un saber. Que teoricen sobre su desgracia, al final de cuentas, yo sigo siendo hombre y ellas siguen miando sentadas. No puede llamarse misoginia a lo que dio la naturaleza.

jueves, 14 de mayo de 2009

CENUTRIOS CON INICIATIVA S.A DE C.V.

Lo he referido otras veces y lo corroboro ahora: sólo existe algo peor que un pendejo; un pendejo con iniciativa. O varias. Que los hay prolíficos. No estoy en contra de la inventiva ni de las ideas creativas, que yo a la Ilustración le debo mucho, lo que acá pongo a debate es la pertinencia de éstas cuando vienen de alguien de dudosa prosapia cognitiva.
¿Qué es un tonto? o ¿qué es un sabio? Son preguntas que deberían servirnos no solamente para situar a un sujeto en función de su (in)capacidad racional sino también para advertirnos de la presencia constante y creciente de sabios e iluminados que pretenden cambiar al mundo, a partir de sus brillantes ideas. Lo grave del asunto, es que muchos de éstos han llegado a detentar el poder y lo ejercen con tiranía, de ahí que lidiemos día sí y día también con un Vaticano, un Norberto Rivera, un gobierno panista y una larga lista de ejemplos.
Por supuesto que detrás ni delante de mis palabras existe un tufo de envidia. ¿Quién puede aspirar a sustituir en el puesto a un pendejo bien hecho? Lo que hay es una suerte de querella contra quien resulte responsable por haber permitido que la cenutriez esté al mando de la tripulación. Peor aún, que ésta anatemice a quienes ejercemos formas de resistencia contra su flujo retrógrado, su discurso excluyente, sus acciones cuestionables o su parálisis mórbida (válgase el oxímoron).
Existen pendejos que creen que las ideas mágicas nacieron con ellos. Yo sé de varios –pueden envidiarme o cuestionarme cómo es que están tan próximos, no es mi culpa que la ley de Coulomb se cumpla a cabalidad- que confunden la luz del sol con aquella de la lámpara con la que andan a tientas en mitad del túnel, y encima silogizan: si puedo ver, es que hay luz, y si existe luz que me permite ver, ergo, es la del sol. Desde luego que no dicen ergo, su capacidad mental es una aséptica economía de ideas estilo “Cambia tu vida en pocos días” o “Sé un triunfador por derecho propio”.
Yo no creo que existan saberes mayores o menores, bastante pesa constatar que los hay institucionales y marginales; un saber se legitima en tanto que es útil para una operación específica, lo que pongo en cuestión es la pertinencia del uso que algunos individuos hacen con esos saberes. Que alguien que ignoraba qué significa la rutina del trabajo y ahora lo sepa, juzgue de vagos a quienes no lo hacen, no anula al saber ni lo disminuye, tal es su experiencia jornalera; lo que su juicio hace es relucir la ignorancia del pendejo que ahora cree saberlo todo sobre lo que significa cumplir una carga laboral, como si hubiera descubierto el proletariado en una sola jornada. En ello radica el peligro de un pendejo con iniciativa.
Pendejos redimidos y resucitados abundan. Místicos poseedores de la verdad absoluta, pululan por las calles de las ciudades (algunos, también escriben en blogs, pero no saben lo que hacen). Ciegos guiando a otros ciegos, se contabilizan por decenas. En un mundo repleto de pendejos reconvertidos súbitamente en sabios, lo que echo de menos, es un espacio para pensar y vivir en paz. C’est impossible?

miércoles, 13 de mayo de 2009

HEROICO CUERPO DE BOMBEROS, XALAPA, VERACRUZ


Uno observa la foto y si se es atento, alcanza a mirar el detalle de las ramas quemadas, las rocas carbonizadas, los hombres convertidos en fantasmas detrás del humo. No es una representación sino la realidad de los bosques devastados cada temporada estival.


El aumento de la temperatura, la escasez de agua, la irresponsabilidad de las personas que hacen fogatas o queman pastizales sin considerar las consecuencias, son algunos de los factores que favorecen que un incendio arrase con la poca vida verde que nos queda.


¿Dramatismo? Es posible. Depende de la perspectiva con la que se mire la destrucción de las zonas forestales del Estado. Sí, depende del romanticismo ecológico con que uno se aproxima a esas ruinas que anuncian el paisaje desolador que será el planeta cuando no exista nada qué quemarse.


¿Apocalíptico? Probablemente. La belleza de un imagen jamás sublimará el dolor de perder lo irreparable.
Imagen tomada de:


NO A LA HOMOFOBIA... NI A LA CENUTRIEZ

El próximo domingo 17 de mayo se conmemora el
Día Mundial contra la Homofobia
¿Qué es la homofobia, Papa?
- Oh, es el santo deber de odiar a aquellos y aquellas que no siguen las leyes de Dios ni las normas de la sociedad.
- ¿Odiar de cualquier modo?
- No, no, específicamente cerrándoles las puertas del Cielo; acá en la Tierra basta con que los golpeen, discriminen en la familia (tan santa y sagrada como la Divina Institución), los expulsen o les nieguen el derecho a un trabajo justamente remunerado, los maten por "raros" y "raras"... en fin, que sean despreciados a nivel general.
-¿Eso no es pecado, santo Padre?
-Pecado no es intentar destruirlos... su mal ejemplo contamina a las ovejas sanas del rebaño.
-Querrá decir ovejas mensas, ciegas del rebaño...
-Es la misión de la Santa Iglesia destruir la higuera que no da fruto...
-¿Por eso tanto cura pederasta? ¿De esos frutos habla SS?
-Apártate de mí, impío... serás condenado al fuego eterno...
-Ya acá en la Tierra hace mucho calor, Papa...¿no tendrá por ahí cerca un ventilador?
- Será por eso que no entiendes nada...cenutrio.
-Nada.
-Homofobia es dar muerte a los putos y lesbianas, a los travestidos, a esos que apuestan por el género... degenerados todos esos...
- Me asusta su frenesí papal...
-¡Muerte al enemigo!
Sí, por eso la iglesia no condenó jamás el Holocausto ni se pronuncia ahora en contra de la ocupación de Palestina...
- Mmmm
-Lo segundo es más importante... ¿quién quiere judíos?
- Cristo era judío...
-Y usted es alemán... lo habría frito gustoso en las cámaras de gas de...
-¡Silencio!
-Silencio. Eso es lo que le sobra a la Iglesia...
17 de mayo de 2009
DÍA MUNDIAL DE LA LUCHA CONTRA LA HOMOFOBIA
Que nadie calle ningún atropello y griten todos y todas las injusticias de quienes creen tener la supremacía sobre los cuerpos y sus sexualidades. Así sea.
Según wikipedia:
El término homofobia se refiere a la aversión, odio, miedo, prejuicio o discriminación contra hombres o mujeres homosexuales, aunque también se incluye a las demás personas que integran a la diversidad sexual, como es el caso de las personas bisexuales o transexuales, y las que mantienen actitudes o hábitos comúnmente asociados al otro sexo, como los metrosexuales y las personas «con pluma». El adjetivo correspondiente es «homofóbico». El sustantivo que designa al sujeto homofóbico es «homófobo».
Homofobia no es un término estrictamente
psiquiátrico. Se calcula que cada dos días una persona homosexual es asesinada en el mundo debido a actos violentos vinculados a la homofobia.[1] Amnistía Internacional denuncia que más de 70 países persiguen aún a los homosexuales y ocho los condenan a muerte.[2]
Existe cierto relativismo sobre lo que abarca el concepto de homofobia. Así por ejemplo, los que rechazan las políticas de igualdad (entre personas de diferente orientación sexual) consideran que ese rechazo no es homofobia,[3] [4] sino simplemente una opinión igualmente respetable como la aprobación. Sin embargo parece indiscutible que todas las personas deben tener los mismos derechos sin distinción por razón de sexo o sexualidad, y por lo tanto negar ese reconocimiento sí parece ser una forma de homofobia.

lunes, 11 de mayo de 2009

EN EL CORAZÓN DE LA EPIDEMIA

5:30 AM. Lunes 11 de mayo y el autobús se detiene en los andenes de la TAPO; no hubo avión ni primera dama ni flashes para recibirme luego de 2 semanas ausente de esta ciudad: el DF. El monstruo y el reino, el ansia y el miedo, el deseo y la repulsión.

No hace frío. La gente avanza como autómata. Pocas voces. Muchas personas. Imposible cumplir con aquello de "evita asistir a lugares concurridos". En esta ciudad todo punto es una concurrencia. Abordo al metro: más silencio. ¿Duermen? ¿Nada qué comentar? La euforia del día de las madres fue sólo ruído; lo que sobra en todas partes. La gente se sostiene con temor en los tubos del vagón: todo está contaminado y se teme infectarse por contacto con ellos. Algunos utilizan los inútiles cubrebocas. Otras, bufandas y guantes. Seguro el virus repele ese tipo de fibras y viaja sólo en objetos de menor valor.

Observo en silencio los Comunicados que la Ssa colocó en las paredes de algunas estaciones; muy primer mundo con ciudadanía de país en subdesarrollo. La crisis evidenció que es cultural lo que parece natural: la gente sigue desobedeciendo (está en su naturaleza) y arroja los cubrebocas, los escupitajos y demás basura en el suelo. No es por falta de papeleras sino de responsabilidad. Estornuda sin cubrirse y lo hace estrepitosamente; un Big Bang de partículas mortíferas de las que no escapa nadie. Esa no es idiosincracia sino mala educación, incultura, salvajismo. Eso y más es mucho de este pueblo de México.

Las calles lucen semidesiertas. El miedo, a diferencia del virus, si se sostiene en el aire. La atmósfera se torna más densa con sus tantos puntos IMECA y miedo. Miedo y carencias sobran en la ciudadanía. La mirada es torva: tú eres culpable, parecen decir sin hablar. No se dice porque existe una culpa colectiva que nos obliga a perdornarnos para no quedarnos en la soledad ahora que muchos nos rechazan por ser mexicanos contaminados. Te perdono porque no tengo de otra, mexicano cochino, mexicana cerda. Nunca antes el silencio había sido abundante entre una población que grita a todas horas.

Ahora se calla, quizá porque de momento no se tenga nada más qué decir.

sábado, 9 de mayo de 2009

¿QUIÉN PUEDE ABORTAR?

Es sábado caluroso y el primer fin de semana que la gente saldrá en tropel después de que la epidemia de influenza reculó (quién sabe a dónde) en la ciudad de México y por ende, en el resto del país. Mera especulación. El caso es que lo que no retrocede ni muere con ningún virus es la estupidez de quienes nos (des)gobiernan.
El estado de Guanajuato ha amanecido -y como regalo de día de las madres ¡en la madre!- con una ley que impide el aborto en cualquier circunstancia bajo las cuales haya quedado preñada una mujer. De manera que si violan a la esposa del gobernador de dicho estado, ésta parirá al bendito fruto de su vientre. ¡Jesús, qué horror! Dirá ella y buscará la manera de hacerse lavar de ese producto no deseado. Dichosa ella que ha creído.
Pero ¿qué pasará con aquellas que no pueden darse ese privilegio? Porque ahora será uno, y como tal caro, difícil, casi imposible. Todo porque la clase política piensa en votos que se traducen en poder y en dinero, mucho dinero, antes que en la realidad de este país. Pensarán -¿piensan?- que como han muerto muchos por la epidemia, y morirán muchas más, habrá que equilibrar el crecimiento constante de la población mexica y mundial.
Sigo creyendo que cada cuerpo debe decidir sobre su cuerpo y no permitir que sean otros quienes se nos impongan. Ojalá los hospitales del DF abran sus puertas a las mujeres y hombres que peregrinarán hasta sus centros para lograr liberar a una mujer de una culpa, la cárcel, de una situación que no desean vivir y que en sus linderos les es impuesta por decreto.
Ojalá pudieran parir esos hombres que defienden el embarazo a ultranza (¡me oyes, Norberto, Ratzinger y demás caterva de alimañas vergüenza del género humano, más que masculino!) y vivieran en primera persona lo que esto implica, máxime si éste es producto de una violación.
No puedo razonar ahora; soy víscera y estoy furioso. Da lástima saber que mientras en otras partes del mundo se construye una legislación que le devuelva a las mujeres la libertad para decidir sobre su cuerpo, acá seguimos creyendo eso de Creced y multiplicaos.
Es indigno pensar que el único fin de una mujer sea el de ser madre (y en el caso de México, este rol viene acompañado de un tufo de victimismo y alta tracición). Pero la culpa es del indio (y de la india) que sólo se siente realizad@ cuando vea sus hijit@s correr por la milpa, aunque tengan hambre, no vayan a la escuela, incrementen el grueso de las estadísticas de la pobreza. Quiero ver yo a Dios acogiendo el día a día de estas criaturas que nacen y nacerán por decreto de gobiernos cenutrios como el de Guanajuato, aunque sobran, estados ejemplos. Viva yo para ver caer, tanta estupidez humana.

jueves, 7 de mayo de 2009

ACÁ ENTRE NOS...


- Eres mi moro hermoso...

- así me ves porque me amas...

- precisamente por verte así es que me enamoré...

(suspiro intenso)
Fotografía de Youssef Nabil


LO QUE SE HA OLVIDADO EN LA INFLUENZA

Texto elaborado por MARÍA ESTRELLA GÓMEZ TOVAR y publicado con su autorización
“No aquí, no hay nada de cubrebocas, o que la higiene, aquí señor, la pobreza es más dura que cualquier enfermedad, y esa nos va matando día a día” [1].

Introducción
En la noche del pasado 23 de Abril del presente año, el Gobierno Federal decretó emergencia sanitaria y la suspensión de clases en todos los niveles educativos del Distrito Federal y del Estado de México debido al virus de la influenza
[2], ¿Qué reacciones tuvo la sociedad mexicana ante dicha noticia?, ¿Qué emociones, opiniones y prácticas surgieron a raíz de la suspensión de todas las actividades educativas en el país y sobre la solicitud que realizó el Presidente de México, a los/as mexicanos/as de permanecer en casa del 1 al 5 de Mayo?, ¿Qué sucedió con México cuando la Organización Mundial de la Salud elevo la alerta de pandemia mundial a fase 5?.
En el periódico, radio, televisión, internet, etc., han tratado de mantenernos informados sobre lo que está sucediendo con dicho fenómeno epidemiológico. La información es abundante y en ella se expone desde las medidas preventivas que debemos tomar para protegernos hasta la promoción de juegos interactivos
[3] donde el objetivo es “ganarle a la influenza”, pues la mercadotecnia no se ha hecho esperar para utilizar este fenómeno como estrategia publicitaria[4]. Igualmente, en las conversaciones con familiares y amigos/as el tema principal también es la influenza, sin embargo a pesar de existir numerosa información sobre el virus A/H1N1, considero necesario el preguntarnos: ¿De qué no se ha hablado sobre la influenza?, ¿Qué temas se han quedado fuera?, ¿Cuáles son las preguntas que no han sido contestadas?, ¿A quienes se ha olvidado?, ¿Quiénes son los que no han podido hablar?, ¿Quién y cómo se ha hablado sobre los enfermos y sobre los/as muertos/as?, ¿Qué se ha dicho sobre ellos/as?, ¿A qué grupos de la población se ha olvidado en esta alerta sanitaria?

Lo que se olvido en la alerta sanitaria mexicana
Considero que las autoridades mexicanas al dar el aviso de alerta sanitaria de la influenza, así como las medidas preventivas que tendría que tomar la población, y en especial los/as habitantes del Distrito Federal se partió de la concepción de un ciudadano/a predefinido y se creyó que por el hecho de serlo cumple con determinadas características como son la posesión de un hogar limpio con todos los servicios públicos ( para poder lavarse las manos constantemente con jabón) y la economía necesaria para alimentarse tres veces al día, consumir vitaminas C y poder comprar tapabocas, los cuales en estos días aumentaron su costo.
En esta definición de ciudadano/a no se consideraron las categorías que atraviesan y forman a los sujetos, como son la clase, la raza y el género. Si consideramos, por ejemplo, la categoría de clase podremos observar que no todos contamos con las condiciones necesarias para poder seguir las medidas preventivas que se han estado anunciando. Para reflexionar sobre lo anterior es necesario considerar las siguientes cifras: en el año 2004, con base en el Método de Medición Integrada de Pobreza (MMIP)
[5] se reportó que el 81.3% de la población mexicana es pobre, así mismo, el 71.7% de las personas que habitan en zona urbana lo es también, así como el 93.7% que reside en zonas rurales[6].
Al respecto, en algunos artículos de periódicos
[7] se afirma que la influenza al igual que el dengue, la fiebre amarilla y el cólera es otra enfermedad de la pobreza y que para entender el desarrollo de este nuevo virus es necesario tomar en cuenta la ecuación epidemia– crisis – pobreza, incluso se puede nombrar a la influenza como la nueva enfermedad de la miseria.
Sin embargo, las autoridades mexicanas parecen haber olvidado la relación de esta enfermad con la pobreza que vive nuestro país, pues “las disposiciones oficiales orientadas a minimizar los contagios no han sido acompañadas desde un principio de medidas de atenuación a los impactos económicos devastadores para un amplio sector de la población del valle de México que padece tres crisis superpuestas: la crisis de la política económica neoliberal, la crisis mundial y la derivada de las actividades para enfrentar el brote de influenza porcina”
[8], por el contrario, “al implementar las medidas preventivas como cierre total de escuelas, de restaurantes, bares, de oficinas públicas, de cines, de teatros, de gimnasios, albercas, etc., lo que en realidad pretenden es aislar a los más pobres de lo que no somos tanto, y por supuesto de los ricos.”[9]
Para comprender con mayor claridad lo anterior es pertinente considerar lo que comenta Belausteguigoitia sobre los muros de la posmodernidad, los cuales los define como aquellos que erigimos muy cuidadosamente, entre clases, razas y proyectos de nación. Esta autora nos hace el siguiente llamado “Preocupémonos por el muro que construimos en el interior de nuestra ciudad, por el muro que estamos erigiendo entre pobres y ricos, entre güeros y prietos, entre barrios, entre clases; entre proyectos de nación”
[10].
Considerando lo anterior, podemos afirmar que en esta alerta sanitaria, en este proyecto sanitario de nación también se construyó un muro, se trazo una frontera entre ricos y pobres, pues desgraciadamente a quienes se está protegiendo es a la clase media y alta y el pobre, es el/la olvidado/a por las autoridades mexicanas.
Si una persona se enferma de influenza pero cuenta con la capacidad de atenderse medicamente, de comprar las medicinas necesarias y de contar con los servicios públicos en casa para poder seguir la medidas de limpieza, esa persona no morirá, pero ¿qué sucede con las personas que contraen el virus y no cuentan con estas condiciones?, ¿qué programas se implementaron para este grupo de personas a la par de las acciones preventivas que se le recomendó realizar a la población en general?

Los/as olvidados/as en la alerta sanitaria mexicana
Es importante el preguntarnos qué sucedió y qué está sucediendo con los siguientes grupos de población en dicha contingencia: niños/as de la calle, presos y presas, orfanatos, asilos, albergues para indigentes y mujeres golpeadas, trabajadoras/es sexuales, indígenas, etc.
La recomendación del Presidente de México de quedarse en casa como medida de prevención no puede ser aplicada de la misma forma para los sectores marginados de la población, sin embargo, no existe mucha información sobre las estrategias que ha implementado el gobierno para atender las necesidades de los grupos mencionados y en las conferencias con el Secretario de Salud se ha hablado y preguntado muy poco al respecto.
Sobre la situación que viven los presos se dio a conocer en los noticieros y en los periódicos lo sucedido en el Reclusorio Norte a causa de las medidas preventivas que efectuó la Subsecretaria del Sistema Penitenciario de cancelar las visitas en los reclusorios, sin embargo, esto solo fue dado a conocer gracias al enfrentamiento que tuvieron los internos con las autoridades del penal, así como de las quejas en contra de dicha medida por parte de sus familiares, es decir, para que la sociedad mexicana conociera su situación y fueran tomados en cuenta por los medios de comunicación tuvieron los internos que hacer uso de la violencia, una vía para poder ser escuchados, pues se tenía escases de alimentos y agua, y no contaban con tapabocas, a pesar de que aseguraron que adentro del penal existían personas enfermas por las vías respiratorias.“Cabe resaltar que en los reclusorios Oriente, Sur y en el femenil de Santa Martha se han registrado diversos incidentes por falta de comida y visitas.”
[11]
Otro de los sectores que es necesario considerar es el de las trabajadoras sexuales, pues ellas también han sido víctimas indirectas de la alerta sanitaria, pues informaron que su clientela se ha reducido en 75%. Ellas han comentado que su dinero también forma parte de la actividad económica, pero que por su propia situación de informalidad y marginidad se les ha ignorado. Al respecto, Krizna, transgénero y activista de la Red Mexicana de Trabajo Sexual, (al igual que los internos del Reclusorio Norte alza la voz) asegura: “La influenza no se transmite por vía sexual y, por tanto, el gremio no debe ser perseguido, además estamos trabajando con tapabocas, guantes y gel antibacterial”, también comentó, “es erróneo implementarnos un cerco sanitario porque no tenemos relaciones sexuales en multitud ni en masa”
[12]
Estos dos casos son un ejemplo claro de que las medidas preventivas impuestas no son eficaces para todos los grupos de la población, además de haber poca información sobre su situación y mucho menos sobre las medidas que se van aplicar para aminorar las consecuencias de la alerta sanitaria en los grupos marginados.

El olvido en la información
Parte de la población sigue sin creer que este fenómeno epidemiológico sea un realidad, algunos/as piensan que es una mentira creada por el gobierno como lo fue el “chupa cabras”, ¿por qué sucede lo anterior?, ¿por qué a pesar de existir información sobre la influenza algunas personas se sienten engañadas por las autoridades? Considero que lo anterior es debido a dos razones, la primera es porque nuestra sociedad históricamente ha sido engañada por las autoridades y la gente lo sabe y lo reconoce, la segunda es porque la información no ha sido proporciona correctamente por el gobierno mexicano.
En relación a ello, Gordillo Gustavo, escritor del periódico La Jornada menciona que ha habido tres errores graves de comunicación en la alerta sanitaria, el primero fue cuando se anunció que la vacuna antigripal sería proporcionada a todo el personal de salud, sin embargo, poco después, se dijo que la vacuna no serviría para combatir el virus, el segundo error, es acerca de la información proporcionada sobre los enfermos y los muertos, pues se ha otorgado de manera dispersa, desorganizada y contradictoria. La tercer equivocación fue el implemento del uso del tapabocas como algo esencial en la prevención de la enfermedad, sin embargo, días después el Director del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de enfermedades declaró que los cubrebocas no sirven para mucho, cuando el empleo de estos ya se había convertido en símbolo de la resistencia ciudadana a la influenza. Así mismo, se señala que estos errores de comunicación son devastadores en una sociedad que generalmente desconfía del gobierno
[13].
Sobre el segundo error de comunicación, es importante destacar que los datos que nos ha sido proporcionados sobre las/os fallecidos a causa del virus son únicamente los de la edad y el sexo, pero “es fundamental que sepamos: ¿cómo se llamaban los muertos?, ¿donde vivían?, ¿cuál era su condición socioeconómica,?, ¿a qué se dedicaban?, en otras palabras, ¿en su casa contaban con agua corriente, con excusado, regadera, piso de cemento y electricidad?, ¿de cuantos miembros contaba su familia?, ¿cuántos dormían en un mismo cuarto?, ¿Pasaban cerca de criaderos de puerco?”
[14].
Todos estos datos y más son esenciales para realizar un análisis completo de este fenómeno, por ejemplo, tomando en cuenta que se ha dicho que el mayor número de fallecimientos es del sexo femenino, es necesario, en caso que se confirme este dato en los días consecutivos, preguntarnos el por qué las mujeres somos las más afectadas en enfermedades como estas.
Toda esta información es importante que las conozcamos, porque de lo contrario no podremos realizar un análisis completo y crítico sobre este fenómeno y de su relación con las condiciones económicas, políticas y sociales de nuestro país, por el contrario, caeremos en ansiedad, miedo y discriminación, la cual ya la están padeciendo los/as mexicanos/as que se encuentran fuera de nuestro país. El no analizar el fenómeno en todas sus dimensiones y categorías nos hace cruzar fronteras, como es el realizar acciones que no ayudan a combatir ni a prevenir la enfermedad, como son las compras de pánico y el no consumir carne de puerco, o por el contrario, nos hace construir fronteras que nos ciegan y no nos dejan ver más allá, como es el caso de no creer en la existencia de la influenza, o en caer en la exageración en la implementación de medidas preventivas, esa es la frontera del miedo, ese miedo que nos paraliza y nos impide ser críticos/as ante este virus.


Bibliografía
· Avilés Jaime, Influenza: los nombres de los muertos, en La Jornada, Sección Política, 2 de mayo de 2009, p4.

· Belausteguigoitia Marisa, Nuestra ciudad: de la rajada a la sutura. El plantón del Movimiento de Resistencia Pacífica en el centro de la ciudad de México, en Parrini Roses Rodrigo (Coordinador), Los contornos del alma, los límites del cuerpo: género, corporalidad y subjetivación, Colección Seminarios, Programa Universitario de Estudios de Género, Universidad Autónoma de México, 2008, p193

· Cronología de la Epidemia de la influenza en México, en La Jornada, sección Política, 30 de Abril de 2009 tomado de
http://www.jornada.unam.mx/2009/04/30/index.php?section=politica&article=014n1pol

· Cruz, Alejandro, Suspensión de visitas desata riña en el reclusorio norte; 7 heridos, en La jornada, sección Capital, 2 de Mayo de 2009, p 32.

· Damián Araceli, Los retos en materia social en México a inicios del siglo XXI en Calva, José Luis (Coordinador), Empleo, ingreso y bienestar, Agenda para el Desarrollo, Volumen 11, Editorial Miguel Ángel Porrúa, México D.F., 2007, p 322.

· Epidemia, crisis, pobreza, en La Jornada, sección opinión, 27 de Abril 2009 tomado de
http://www.jornada.unam.mx/2009/04/27/index.php?section=edito

· Fazio, Carlos, México, sobre la influenza, el miedo y la pobreza, en Prensa latina, 29 de Abril de 2009, tomado de htto://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=77515&itemid=1

· Gordillo, Gustavo, El día después, en La Jornada, sección Política, 2 de Mayo de 2009, p 37.

·
http://www.cnnexpansion.com/economia-insolita/2009/04/29/influenza-tiene-juego-en-internet.

· Mejía, Gerardo José, Virus de la pobreza, “es lo que nos mata” en El Universal, Martes 28 de Abril de 2009, tomado de
http://www.eluniversal.com.mx/nacion/167603.html

· Norandi, Mariana, Trabajadoras sexuales, victimas indirectas de la alerta sanitaria, en La Jornada, sección Política, 3 de Mayo de 2009, p10.

· Sebastián, de Luis, Epidemia y pobreza, tomado de
http://www.cincodias.com/articulo/opinion/Epidemia-pobreza/20090428cdscdiopi_1/cdsopi

[1] Palabras de Jesús Miguel Alvarado, habitante del paraje la Mora, en el barrio de Tlaxomulco, Delegación Milpa Alta, citado por José Mejía Gerardo, Virus de la pobreza, “es lo que nos mata” en El Universal, Martes 28 de Abril de 2009.
[2] En un primer momento el virus fue nombrado influenza porcina, pero debido a que la población dejo de consumir carne de puerco y corría peligro su industria se le sustituyó el nombre por el de influenza humana, sin embargo este no reflejaba claramente la identidad del virus. En la actualidad es llamada la influenza A/H1N1. En este escrito cuando se utilice la palabra influenza se estará haciendo referencia a este tipo de virus.
[3]En internet existe un juego llamado SwineFighter consiste en una serie de "cerdos voladores" que aparecen sobre un mapa del mundo, mientras un científico con una jeringa se encarga de "vacunarlos" para acabar con la influenza. Este juego fue diseñado por la compañía HeyZap y puede ser descargado en Facebook, Twitter y MySpace. Para mayor información visitar la página: http://www.cnnexpansion.com/economia-insolita/2009/04/29/influenza-tiene-juego-en-internet.
[4]Ejemplo: A mí celular han llegado mensajes que me invitan a consultar información gratuita de la Secretaria de Salud, el costo es de $7.50 pesos el minuto.
[5] Método que a diferencia de otros, analiza la pobreza en todas sus dimensiones. En éste se combina la medición por Línea de Pobreza, por necesidades básicas insatisfechas y por el tiempo (el necesario para el tiempo del trabajo doméstico, el extradoméstico y el libre).
[6] Datos tomados de Damián Araceli, Los retos en materia social en México a inicios del siglo XXI en Calva, José Luis (Coordinador), Empleo, ingreso y bienestar, Agenda para el Desarrollo, Volumen 11, Editorial Miguel Ángel Porrúa, México D.F., 2007, p 322.
[7] Estos artículos se exponen en la bibliografía, los cuales se titulan Epidemia, crisis, pobreza”, Epidemia y pobreza, México, sobre la influenza, el miedo y la pobreza y Virus de la pobreza “es lo que nos mata.
[8] Epidemia, crisis, pobreza, en La Jornada, sección opinión, 27 de Abril 2009.
[9] Avilés Jaime, Influenza: los nombres de los muertos, en La Jornada, Sección Política, 2 de mayo de 2009, p4.
[10] Belausteguigoitia Marisa, Nuestra ciudad: de la rajada a la sutura. El plantón del Movimiento de Resistencia Pacífica en el centro de la ciudad de México en Parrini Roses Rodrigo (Coordinador), Los contornos del alma, los límites del cuerpo: género, corporalidad y subjetivación, Colección Seminarios, Programa Universitario de Estudios de Género, Universidad Autónoma de México, 2008, p193.
[11] Informó Cruz Sabàs, presidente del colectivo Heberto Castillo dedicado de la defensa de los derechos humanos de las personas en situación de reclusión citado en Cruz, Alejandro, Suspensión de visitas desata riña en el reclusorio norte; 7 heridos, en La jornada, sección Capital, 2 de Mayo de 2009, p 32.
[12] Tomado de Norandi, Mariana, Trabajadoras sexuales, victimas indirectas de la alerta sanitaria, en la Jornada, sección Política, 3 de Mayo de 2009 p10.
[13] Gordillo, Gustavo, El día después, en La Jornada, sección Política, 2 de Mayo de 2009.p 37.
[14] Avilés, Jaime, Influenza: los nombres de los muertos, en La Jornada, sección Política, 2 de Mayo de 2009, p 4.

DIEZ DE MAYO: ¿SÍ SE OLVIDA?

miércoles, 6 de mayo de 2009

¿Y AHORA QUÉ?

Muerto el circo se acabó la influenza. Porque referido al revés no explica la situación que retoma la vida en este país. Me resulta complicado pensar que la epidemia comenzó por decreto y por decreto terminó. Y el virus, tan obediente como que es cepa nacional.
Eso sí, el show cierra de manera magistral con la Primera Dama recibiendo en el aeropuerto internacional a los mexicas malvistos en China. ¿Por qué ese gesto? ¿Quién gana con publicitar a la señora así? Porque en su insano juicio a esas horas de la madrugada tendría que estar empijamada (envuelta en su pijama, pues), dormidita en su cama como toda buena señora que se precie de serlo y no maquillada y en tacones diciendo welcome, paisanos a un grupo de turistas que se fueron a ese país racista (es China) sabiendo que les iría mal. Y encima, regresaron viajando en avión fletado ex profeso para salvarlos. Ya quiero que el lunes alguien del gabinete vaya a recibirme a las 5.30 de la madrugada a la TAPO aunque no me pague mi boleto de autobús (que ya obra en mi poder) y también televisen mi arribo a la Ciudad de México, o qué ¿soy menos mexicano que aquell@s?
Ya sé que la vida no es justa pero en este paisito se abusa. Ojalá el gobierno del cambio haya ganado algo con este cerco mediático que castigó a granel a quienes menos la debían. Ahora se habla de apoyos fiscales y otras prebendas para que el país quede como estaba antes o sea, peor. Las calles lucen atestadas de personas y el gobierno emprende una campaña de limpieza nacional ¿Tiraremos a la basura a los políticos que no sirven y que también son nocivos para la patria o esos se quedan como muestra de la epidemia? ¿Largaremos a las políticas y las políticas que han jodido a este país? Como sugerencia, les recomiendo escuchar los spots del Verde Ecologista y el PANAL.
Me da tristeza (el coraje se me acabó hace mucho) al oír en la radio y en la televisión que lavaremos con agua, detergente y cloro, muy chachas todos y todas en México, escuelas y demás sitios públicos, para cuidar la salud de todo@s. Mi pregunta es ¿y esa agua sucia y contaminada a dónde irá a parar? ¿No contaminaremos más los mantos freáticos arrojándoles litros de residuos químicos con los que dejaremos un País Limpio? Los ríos y cuerpos de agua en general de este país están contaminados, ¿se limpiarán con los residuos? No olvidemos que además, estamos en pleno estiaje. Y como dice Estrella Gómez en un su texto (aparece en este mismo blog), el Gobierno piensa en un ciudadano imaginario que tiene los recursos (agua, detergente y cloro) para cumplir la Gran Cruzada Nacional de Limpieza. ¿Qué harán los que no cuentan con agua?
No se trata solamente de ver una cara de la realidad sino todas en tanto poliédrica que es, pero el mexicano es cenutrio y es capaz de reciclar sus miasmas y consumirlas luego de comprarlas empaquetadas, caras y a crédito, en un mall. Muy chic, ¿ves?
El virus agotó su time prime. Calderón nos devuelve la vida a l@s mexican@s y aparecen otra vez las estadísticas de sangre, corrupción y muerte que tanto echábamos de menos. También volverán, como la maldita primavera y como las oscuras golondrinas, los ladridos del clero. Seguro, oírlos, significará que hemos sobrevivido a la epidemia. ¿A cuál? A la de pendejismo, que dudo se haya extinguido.

PERÍMETROS EN FUGA

Nosotros los apestados, los de acá, los que quedamos fuera de toda posibilidad de ser curados. Los que no podemos hablar o no somos escuchados o no somos entendidos. Los de la lengua insidiosa que es cortada o desviada. Los ruidosos que nadie oye. Nosotros por quien nadie intercede: ni cura ni alcalde ni deidad. Nadie. Nosotros los de este lado, los de la mala suerte, los del mal, los culpables, los que tenemos que pagar los platos rotos por otros. Los jodidos de siempre, los mismos, los cansados de exigir justicia que aún reclamamos sin descanso. Nosotros los indeseables, la estadística negra, los sitiados, estamos aquí y hablamos, óiganos y se darán cuenta de que sí entienden lo que decimos.
CRAC

El que tenga oídos que oiga
Por experiencia propia sé que para ser escuchado no solamente son necesarios unos oídos sanos sino una acústica óptima, un lenguaje adecuado, un discurso convincente y en general, una serie de condiciones que nos sitúe en el mismo plano que nuestro receptor para evitar las interferencias. De lo contrario, la voz, que es una onda elástica que se propaga por el aire, puede dispersarse, sufrir variaciones, experimentar un Efecto Doppler y perderse. O en su defecto, reflejarse en unas paredes sólidas y convertirse en eco que deviene en una pérdida de energía y finalmente extinguirse: el silencio. Para ser escuchado hay que saber hablar.
Y tal vez sea esto lo que no sabe hacer la población de este país, que acostumbrada a vivir entre el ruido: campañas políticas, spots gubernamentales, vendedores ambulantes, comentaristas de futbol y de espectáculos, voceros oficiales u oportunistas, no ha adquirido la capacidad para cuestionar lo que escucha, menos aún, para responder a lo que oye. Por eso la noticia de que una enfermedad acechaba sobre nuestro país sólo tomó dos rumbos: se refractó y la voz adquirió matices apocalípticos, propagandísticos, especulativos o se perdió en paredes no reflexivas y se tornó silencio. Antes que el virus de la gripe porcina hiciera mella en el ciudadano común, lo que afectó a muchos fue la incredulidad: si lo dice el gobierno, no es verdad. Recuérdese que estamos en temporada electoral y todo vale con tal de ganar votos.

Decir que no se sabe
En este país el mexicano común se jacta de saber más que los demás: un obispo asegura saber dónde vive el narcotraficante prófugo más buscado en México, alguien más dice saber cómo dirigir al equipo nacional de futbol para que consiga ganar un Mundial, aquella afirma saber todo sobre el espectáculo nacional. Saber es una condición inherente al mexicano. Lo curioso es que siendo un país de sabios no hemos sabido sacar adelante un proyecto de nación, que para más inri, no existe aún. O está muy oculto. Quién sabe.
Por ello la advertencia de que una epidemia de gripe porcina (brote de influenza el 23 de abril) estaba infectando a muchas personas en el Valle de México sólo trazó una raya más al tigre de nuestra cotidianeidad: crisis política, crisis económica, ahora esto, qué más da. La capacidad de transformase ante cada golpe que nos arroja el gobierno, además de asemejarnos al virus de la gripe, nos ha convertido en artistas del performance. O de la fuga. Evadir es también una práctica que nos distingue. Sólo que no sabemos que constantemente vamos de un lado a otro de las fronteras de la responsabilidad y la desidia, del ya merito al Dios dirá, por citar unos ejemplos.
Las autoridades aseguraban no saber el origen del mal y se culpó (el culpabilizar al otro es acá deporte nacional) a un turista, a un mexicano venido de Estados Unidos, a quien sea con tal de salvar la facha ante la ciudadanía.

No decir que se sabe
Afirmar que se conoce traza una línea entre conocimiento e ignorancia y en consecuencia exige una actuación pertinente de quienes saben sobre quienes desconocen. La delgada franja entre una zona y otra es en México una barda gigantesca, un vado infranqueable, una cortina de oropel constantemente reforzada por las políticas públicas y las televisiones de este país, por decir lo menos.
Por eso, cuando fue inevitable decir que se estaba ante una situación de emergencia las personas reaccionaron, tras el shock, movidas por la paranoia que después alimentó puntualmente los medios de comunicación. La frontera entre los que sabían y los que no, atravesó a todos y creó dos grandes bloques: los que pudieron acceder a la vacuna y los que ni tiempo tuvieron para considerarlo o no sabían que existía una; quienes consiguieron tapabocas y los que no, quienes pudieron huir y ponerse a salvo y los que tuvieron o no pudieron escapar y se quedaron dentro. Lo que la frontera dividía mansamente (aunque ejerciendo violencia sobre los individuos) se mezcló y reorganizó –impuso violentamente- otro estado de orden, paradójicamente alimentado por el caos en que se cayó.
El virus saltó al time prime de la televisión que nos (des) informó puntualmente de la “evolución de la pandemia” y en tiempo real veíamos cambiar el contador de muertos (sin género) o de nuevos contagiados (sin nombre). Por decreto (otra traza tirada por el gobierno) dejaron de existir narcotraficantes y muertos por la violencia, mujeres asesinadas y estadísticas que sitúan la economía del país desplomándose en caída libre.
La muralla levantada por los medios de comunicación invisibilizó otras realidades, que no obstante, siguen presentes pero ahora atrapadas en el impasse de la epidemia que elevó el precio de la vacuna (que terminó por no servir), sometió a la especulación la existencia y el costo de tapabocas, ha puesto en riesgo las reservas de Tamiflú, amén de que el abuso de este medicamente crearía cepas resistentes al compuesto, evidenció que el sistema de salud no está a las altura de las circunstancias y lo que se sabía o podía intuir, la inexistencia de antivirales para atender a la población: se sabe que el gobierno tiene antivirales para atender sólo a un 1% de la población. Y si somos más de 106 millones, hagamos cuentas.
Lo cierto, ya se sabe porque así es México, es que cuando la contingencia termine, ningún político ni ninguna organización política asumirán la responsabilidad de la catástrofe. La frontera que separa la justicia de la injustica es impenetrable. Cuando todo pase –si pasa- la vida en este paisito será distinta pero seguirá siendo igual. Porque la ocasión para educarnos como ciudadanos se está perdiendo. Es más sencillo sembrar miedo en la ciudadanía que sigue refugiándose en creencias que instruirla en una cultura de la prevención y la sanidad, con todo, resulta más barato lo primero aunque el costo final sea mayor. Cuestión de perspectivas, del lugar dónde se ubica quién mira la frontera.
En Veracruz, el gobernador puso a funcionar la infraestructura del canal de radio y televisión estatal y se organizaron clases impartidas por el profesorado veracruzano (que es personal calificado que trabaja en funciones académico administrativas en la SEV) a las que podían acceder por televisión o radio todo el alumnado afectado por las medidas de emergencia dictadas por el gobierno federal. Para cada grado del nivel básico, medio superior y superior existía un horario determinado y se podía acceder también al sitio web. Dicho servicio se extendió a los estados colindantes como Tamaulipas, Puebla, Tabasco, entre otros.
Pero salvo esta situación, no hemos sido educados para enfrentar otra emergencia: Lolita Ayala nos enseñó a lavarnos las manos y nos recitó que se aprovechara el tiempo para convivir con la familia. ¿Cuál familia? Me pregunté inocentemente. La hegemónica, la que va a misa aunque se pida que se suspendan; la que ‘olvidó’ al cura pederasta para sacar a un santo (enclosetado desde el siglo XIX) por las calles del Distrito Federal para pedir que la epidemia se detuviera; hay que cuestionar la eficacia del santo y las acciones impertinentes del clero nacional. Hay que ser muy ingenuo para creer que al término de esta situación las cosas no adquieran su matiz de normalidad.

No saber decir
Si algo caracteriza a nuestra clase política es su ineptitud para enfrentar situaciones emergentes, lo cual es comprensible si consideramos que muchos políticos y algunas políticas han sido formados en un ejercicio del poder donde sólo se imponen sus deseos, se dictan órdenes que deben cumplirse, se recitan discursos huecos que caen ante un electorado que no sabe ni quiere saber, que no dice ni sabe qué decir, que no dice porque no sabe cómo decirlo, contribuye a que cuando se presenta una emergencia ésta se paraliza. Las autoridades involucradas sencillamente se revelaron ateroesclerotizadas. Por eso nuestro Presidente no sabía qué decirle a su pueblo. El guión que ha repetido desde que emprendió su aventura nacional consistía en informar del número de muertos por el narcotráfico y repetir que unidos ganaríamos la lucha contra el crimen organizado, leitmotiv que algunas veces aderezaba con buenas nuevas.
Organizado el virus que evidenció un sistema de salud caduco, debilitado, pobre, con un organigrama anacrónico, burocrático, víctima del saqueo de los dirigentes en turno. Desorganizado o inexistente el plan de acción: la Secretaría de Salud presentaba unas cifras, Gobernación salía a la palestra con otras y los diferentes actores políticos mediáticos aparecían en televisión con su propia lista elaborada ex profeso para anular a las otras y sumar a las estadísticas del miedo y la confusión, más paranoia. Lo lograron.
La avalancha de gente (anterior al cerco) que deambulaba con la boca cubierta, la mirada extraviada y la fe en rebajas, caminando en calles semidesiertas, las imágenes de un metro habitado por seres fantasmales (la frontera entre lo real y lo fantasmático es un llamado del gobierno a quedarse en casa), las puertas de los comercios cerradas, las fachadas de las casas tapiadas, conformaron trazas de un itinerario de silencio, mostró al mundo un paisaje apocalíptico que alentó la paranoia y la retroalimentaba, y que después justificó la discriminación de los connacionales en algunos países, reveló que el racismo no es sólo cuestión del color de la piel, la preferencia sexual, el estatus social o el credo, es también un muro que separa a los individuos sanos de los enfermos. Ser mexicano significó ser apestado. Indeseable. Tal categorización borró las fronteras (internas) entre mexicanos y separó (fronteras externas) a éstos de los ciudadanos de muchos países: los enfermos versus los sanos.
Sin embargo, pronto supimos que todo intento de acotar los perímetros ha sido en vano. Éstos se extienden como círculos concéntricos, como una frontera en fuga con aceleración constante porque el espacio no lo crean los sujetos, en esta caso, sino el virus que viaja desconociendo mapas y hoja de ruta.

“Tú te puedes sentir mal, pero no te puedes enfermar”
¿Por qué en este país se muere la gente y en los otros donde también está presente el virus no?
Nadie ha respondido esa pregunta que hizo el corresponsal del periódico El País a José Ángel Córdova, Secretario de Salud. Otras preguntas más importantes deben bullir en la cabeza del Presidente. Pero no se requiere ser estadista ni sabio ni político (recuérdese que en este país todos saben) para decir la respuesta.
Se mueren los pobres, las mujeres, los indios, los sidosos, los putos, los niños y las niñas de la calle, los viejos, los que ya estaban enfermos de otros males: injusticia, hambre, discriminación, abandono, represaliados, sin casa ni papeles, los enfermos de cosas incurables en México. Muerto yo, que carezco de esperanza.