viernes, 28 de agosto de 2009

miércoles, 26 de agosto de 2009

DOS ORILLAS

Hay dos orillas en mí; entre ambas oscilo. Y el penoso trayecto de ida y vuelta lo resisto por el caro premio que me aguarda en una y en otra.
La primera es mi geografía amantísima, mi puerto, mi nación. En ella habito y me habita; me gobierna. Es, podría decir, mi neo origen. La otra es la ínsula recién descubierta, la isla del tesoro, el territorio a conquistar. Me atrae atrae su imantísima alma salvaje. El misterio. Su brillo mercurial.
Quisiera unirlas y no padecer más la distancia que supone estar en una o en otra; pero yo ya soy el puente. El doble enlace que posibilita la existencia de ambas.
No son dos orillas sino el anverso y reverso de mi vida ahora. Posesión y añoranza juntas. No hay escisión sino encuentro: mi Yo ante el espejo.
Xalapa, Ver., viernes 21 de agosto de 2009

viernes, 21 de agosto de 2009

DE PUENTAZO Y OTROS DEMONIOS...

Cuenta la leyenda que al Gobernador de los Puentes (sean los de ingeniería civil, o los días no feriados que se viven como tal) se le están cayendo fielmente uno a uno. Ora por causa de las lluvias, ora porque el conductor era un imprudente o cualquier pretexto 'oficial' que busque velar una situación que podría ponerse roja ¡faltaba más! Si es el color favorito de dicho personaje.
Pues en el reino de este Señor, los puentes caen por su propio peso, obra no solamente de la gravedad sino de la mala calidad de los materiales con los cuales se edifican, por no decir lo mal estructurados que están, y demás elementos que un servidor, que no es ingeniero ni diseñador ni urbanista ni algo parecido no acierta a identificar. Pero como habitante y peatón de esta ciudad, basta alzar la mirada cada día y te topas con una obra que el ayuntamiento, el gobierno del Estado o alguien, está desarrollando. ¿Qué sobra en Xalapa después de autos y basura? Obras públicas, tal pareciera que las autoridades defecan cemento por doquier afeando una ciudad que no lo era; no les ha bastado convertir zonas verdes en armazones y asfalto, transtornar el paisaje natural, modifcar el rostro de amplias zonas xalapeñas, encima, hacen dichas obras de progreso mal. Como bien corresponde a un gobierno que se preocupa por sus gobernados.
Sin ser especialista uno observa -cuando se sabe hacerlo- y percibe que el espacio entre las columnas que sostienen los distribuidores viales xalapeños son enormes; ¿cuál es el beneficio al hacerlo así? ¿Estética o inercia? ¿Planeación y desarrollo o ahorro? ¿Ignorancia o aplicaciones modernas y novedosas? ¿Cuántos puentes necesitan caerse para empezar a hacerlos bien? ¿Cuántas personas deben exponer sus vidas o morir al cruzar por ellos o al deambular bajo su concreta sombra? ¿Seguirán enarbolando a su majestad Fidel I como el Gobernador de los Puentes? Yo estaría alerta, no sea que el siguiente que pase me lleve directo al cielo o al suelo, para serle a la gravedad, puntualmente fiel.

lunes, 10 de agosto de 2009

WELCOME MELANCOLÍA

Me siento la grisura atmosférica
de esta tarde:
polución, smog, lluvia contenida.
Nostalgia que vertebra
y quiebra a la vez.
Dolor que reivindica que se esta con vida:
vivo.
Contingencia: estar
y no ser.
Dejar de percibirse.
Saber que existo.
Memoria.
Desolvidarse:
deber no cumplido,
tarea a medias.
¿Dónde camino para volver?
No quiero sentir
que siento estar vivo:
¿Existen recetas
para morir?

domingo, 9 de agosto de 2009

¿VIVIR EN LA NUBE O VIVIR EN LAS NUBES?

Cansado estoy de escuchar por doquier que el futuro de las comunicaciones (y de lo que de éstas se desprende) está en la Red. Y me harta no porque me asuste tal posibilidad (sucede ya en muchísimos ámbitos de la experiencia humana) ni porque muestre un desinterés creciente al respecto; mi rabia proviene de la insensatez de la afirmación, sobre todo cuando se asiente con la arrogancia tal que sólo puede venir de la cenutriez más evidente.

Asegurar como palabra de dios, que el futuro está en una nube virtual es como escuchar y creer a aquellos profetas tecnoapocalípticos que profetizan el fin del libro (papel, pues). La computación en nube, del inglés cloud computing (cortesía de wikipedia) es una tecnología que permite ofrecer servicios de computación a través de Internet. La nube es una metáfora de Internet. Con esta modalidad el internauta no es dueño de la información que procesa e intercambia en la Red. Sino que ésta se encuentra en esa suerte de nodriza digital de la que cada usuario toma lo que le interesa. O le dejan tomar.
En esta región de la ciberósfera no existe la propieda privada, el derecho de autor, la firma: acá se vive el sueño -real- del comunismo: todo es de todos. Y de la Gran Mente que mantiene en equilibrio este ecosistema en el que que todos los ciberseres vivos interactuamos. En esta nube la información va de un sitio a otro sin que sea posible reclamar la autoría de algo. No hace falta, aseguran muchos; la Red es una herramienta y no una galería. Acepto.
Pero quienes utilizan esa herramienta son sujetos susceptibles de producir cultura, arte, moda, etcétera, a partir de la materia real -y virtual- utilizando los instrumentos que están al alcance debido a la Red. Quien genera un producto es autor del mismo. Sea de la naturaleza que sea dicha creación o invención o descubrimiento. Pero es sencillo perderse en la extravagancia -nulidad, diría yo- que causa -en muchísimos- la modernidad, como para asegurar que el futuro está en esa nebulosa contingente a la cual no solamente es sencillo acceder sino también caerse, verse fuera.
Lo que no se dice es que un servicio de esta naturaleza convierte el conocimiento en noticia por su caducidad; restringe el concepto memoria a mero post it, vacía de formalidad la producción, intercambio, análisis y reproducción de saberes y habilidades cognitivas en detrimento de la capacidad de pensar que separó a la humanidad de otras especies. ¿Hacia dónde se dirige el pensamiento humano con un servidor que hace las veces de lacayo enciclopédico y convierte al amo en esclavo cognitivo?
Con este servicio -útil, sin duda cuando se coloca en su justa dimensión y utilidad- cualquiera se puede dar el lujo de no pensar, de no alimentar la Memoria, de no fraguar ningún compromiso personal o colectivo. La nube al parecer resuelve todo. Lo que se entiende por todo en esta época de las TIS.
Quienes apuestan por la nube como el futuro que nos liberará del esfuerzo de pensar, recordar, producir, y comparan tal 'revolución' como aquella que siguió a la 'invención' del suministro eléctrico, han olvidado -en un shock, quizá- cuán vulnerable es la humanidad ante el off de un switch. Lo de modernidad, yo no me lo como, así se trate de una nube de algodón (de azúcar).

jueves, 6 de agosto de 2009

NEOGÉNESIS


En el principio el Hombre y la Mujer crearon a Dios, y le ordenaron que mandara sobre toda Criatura. Pero vieron que no era bueno y lo expulsaron del Paraíso. Afuera del mismo el Hombre lo mató. Y fueron felices para siempre.

martes, 4 de agosto de 2009

LA PRIMERA PALABRA

En el principio choto fue la palabra que dio duda al nombre; tras la nebulosa, el nombre dio forma, el sustantivo y el adjetivo que nombra y describe: acto de habla performativo: la transformación. El espacio de exclusión. El no-lugar.
Choto fue la herida viniendo de fuera pero clavándose muy dentro. Horadando. Palabra-topo que crea su madriguera bajo la corteza. Espíritu roído. Dolor en silencio. Cho-to: silabeo que geografiza el cuerpo; lo marca: estigma.
Tiempo después: el orgullo. La paz.
¿Desde dónde hablas cuando dices, choto?

domingo, 2 de agosto de 2009

QUEEREANDO EN VACACIONES 2

1. He sido todo, Señor, menos pendejo.
2. Dios ama a los sujetos con independencia del deseo de los sujetos a quien ama.
3. El conocimiento pesa, por eso la gente va con el cerebro vacío.
4. Perra no come perra (El lugar sin límites).
5. Puta triste, puta de mal agüero. (El lugar sin límites).