Estuve ahí (señalado en el mapa con un punto negro)para impartir una conferencia sobre "Género" a la población estudiantil de TEBA. Estuvimos y compartimos experiencias.
Cercados por el verdor de su aún exhuberante vegetación y por la niebla, descubrimos que en cuestión de género todavía hay mucho trabajo qué hacer. Los patrones sexo-genéricos de unos y otras se repiten con cierta uniformidad, pero también fue grato descubrir que en el imaginario de ellas, se hacina un malestar, una cierta "inconformidad" con el papel social que se les ha impuesto; con todo y que la religión (qué sorpresa, lo mismo jode la católica que la evangélica, como en este caso) sojuzga la voluntad de muchos. Pero ellos, como -casi- siempre, están muy satisfechos con el suyo; lo que confirma que la masculinidad es un privilegio.
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