lunes, 13 de junio de 2011

NO (ME LO) CREO

Abundan los políticos ineptos que no se han percatado de su ineptitud (la cenutriez es impermeable a la experiencia) y como carecen de amistades o seres cercanos que tengan la atención de hacérselos saber, siguen balando sandeces desde cualquier atril que se les ponga enfrente. Tal es el caso del cordero de dios que ahora da por hecho que será presidente.






Presidente de dónde o de qué, me pregunté al reparar en semejante (des) encabezado. ¿Qué papel juega cierto tipo de prensa que toma nota de estas ocurrencias baladíes y da cuenta de ellas como si se tratase de noticias de interés general? ¿A quién le importan los deseos de ese sujeto que por no decir más, bala? ¿No es éste quien ha dicho que el salario mínimo es lo más cercano a una tarejata dorada con la que cualquiera puede ir haciendo su vida más maravillosa? ¿Es este sujeto quien ha comparado su salario mínimo con el paupérrimo ingreso de una pauperizada clase obrera nacional?






Y ahora se le ocurre proclamarse el nuevo presidente de México. ¿Necesitamos un memo más al frente del gobierno de este paisito, que si no se desmorona es porque millones lo mantenenos firme de múltiples maneras? Es evidente que gran parte de la clase política de México sólo se mira delante de su espejo (empañado) narcisita. Ante la evidencia de su ineptitud, deberían optar por quedarse callados o seguir al dedillo el guión que otra mente -menos ofuscada, quiero creer- les redacta.






Si tuvieran un poco de seso (y mucha vergüenza) habrían reparado ya en la denominada 'Primavera árabe', en el movimiento de los jóvenes españoles y de algunas otras latitudes, en las críticas situaciones que viven algunos gobiernos europeos, para ponerse a trabajar y reencauzar la vida pública de este país. sin embargo, como no leen ni se informan ni les importa... Todo esto lo refiero, porque alguna vez existió un dicho que advertía: "cuando veas las barbas de tu vecino mojar..." pero como los políticos de acá suelen ser lampiños (¿sabrán qué significa esa palabra?), no se sienten aludidos. La vida en un tuit no da para dejarse crecer la barba ni el bigote. Ni para pensar, como evidencian los contenidos de muchos de estos brevísimos mensajes.






Lo cierto es que para el 2012 falta aún mucho tiempo (seis meses es una eternidad cuando se pierde el tiempo en leer y/o escuchar ocurrencias del memo en turno) y trece meses pueden parecer un tiempo sin dimensiones, antes de acudir a las urnas a votar ¿por quién? ¿por el cordero de dios? ¿por la izquierda que es todo menos izquierda? ¿por algún otro mesías que prometa la pena capital para secuestradores y violadores cuando también deberían hacerla extensiva -ya que andan radicales- para políticos mentirosos y fraudulentos? ¿Votar a quién y para qué?






A este paisito le sobra indignidad y le falta determinación para sacudirse a estos parásitos que sangran sin fin al erario público. Sigamos resistiendo, paso a paso, panfleto a panfleto, promesa a promesa, ad perpetuam. Así como dicen que el camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones, México está repleto de ingenuos teledirigidos, púlpitosedados y seres rebosantes de buena voluntad. Yo, no me lo creo.

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