miércoles, 2 de julio de 2008

¿MUJERES VS HOMBRES?

Tradicionalmente algunas mujeres y no pocos hombres han afirmado que las relaciones entre hombres gays y mujeres heterosexuales son mejores que entre ellas y sus pares no homosexuales; que el hecho de asumirse como varones "sensibles" o de no existir "la amenaza" de seducción contribuye a que dichas relaciones sean libres de fricción. Lo cual es más falso que la caridad que pregona la iglesia. Tal solidaridad "femenina" no existe. Explico por qué, así que vayan por un vinito y sigan leyendo:
1. El principal problema de los hombres, de cualquiera, es una mujer. Sí, no se "azoten". Los varones empezamos a pelear por nuestra autonomía sexo genérica desde que nos diferenciamos biológicamente en el útero de nuestra madre. Ahí comienza una batalla que alcanzará matices de guerra o de frágil tregua a lo largo de toda nuestra existencia, ya que la ración de estrógenos que recibimos es impresionante... el yugo se prolongará durante la infancia y entrada la adolescencia; después, el resto de los años el nexo es una negociación constante, y acá descarto parafilias, complejos, obsesiones y demás situaciones que tornan el enlace filo-materno insufrible e irrompible.
2. Desde pequeños empezamos a socializar en un mundo de niñas y de niños; pero a las niñas no las debemos tocar ni con el "pétalo de una flor" (qué cursi es este lugar común) pero ellas sí pueden darnos unos cuantos manazos, para hacerse respetar, para darse su lugar ante los varones. ¿Acaso no se dan cuenta de que acciones como ésta genera resentemiento en el subconsciente masculino? La inequidad de género, empieza en estas etapas iniciales de la convivencia humana. Y conste que no estoy justificando la violencia de género, sólo hago hincapié en una realidad, que por desgracia, es una realidad.
3. Cuando los varones amamos " de verdad" (ah, esta es la entrada más llena de cursilerías y lugares comunes) ninguna mujer nos cree; nos tildan de ridículos, empalagosos, débiles y demás vocablos que cuestionan nuestra virilidad. Tiempo después, tras el descalabro amoroso aprendemos -sí, a madrazos- qué es lo que (no) quieren las mujeres; entonces se les oye quejarse: los hombres son unos malditos, desgraciados, todos son iguales, etcétera. ¿Quién los (de)forma, mamita? Y con esto tampoco justifico nada (Ah, qué sensibles están hoy).
4. Los gays tienen un lado femenino que empata con el lado frívolo de muchas mujeres. Objeción: habemos hombres con buen gusto que coincide con el de muchas mujeres que también saben elegir ropa, amistades, opciones de vida, etcétera; aceptar el argumento inicial degrada la sensibilidad masculina y atenta contra la inteligencia femenina.
5. Las leyes discriminan a favor de las mujeres: en una separación ellas se quedan con sus hijos (¿y el esperma del macho no caducó?), ellas reciben un alto porcentaje de pensión (la culpa siempre es del hombre), ellas eligen si el varón verá o no a los hijos ("en eso debió pensar antes de largarse"), amén que la sociedad se solidariza con ellas: "pobre, la dejó el marido" (y anatemizan al hombre: "para ellos es muy fácil dejarla a una"). En general, han hecho del victimismo una estrategia (i)legal.
6. Por otra parte, la mayoría de los varones, con independencia de nuestro deseo sexual, solemos sentir atracción "natural" hacia las mujeres y "aventamos el can", "chance es chicle y pega". Así que eso de que con un gay estamos seguras, cuidado, nena, no sea que termines formando un hogar heterogay.¿No dicen acaso las mujeres (les encanta decir eso) que los hombres siempre están pensando en sexo?
7. Muchos hombres homosexuales detestan la falsa humildad, sumisión, estilo resignado, mal gusto en todo, etcétera de muchas mujeres; una mujer que no tenga aprecio por si misma, no la quiere ni Dios.
8. Los clichés impiden observar la realidad con objetividad; para que los hombres y las mujeres mantengamos relaciones de convivencia sanas, armónicas y menos injustas es preciso cambiar los modelos de educación sexistas y excluyentes con los que crecemos.

No hay comentarios.: