viernes, 9 de enero de 2009

¿Y SI ISRAEL FUERA EL ENEMIGO?

Yo sé que la pregunta es necia, absurda como la (enésima) guerra que dicho estado ha emprendido contra los palestinos bajo la consigna de combatir el terrorismo. Terrorismo el que ha ejercido esta nación arribista en contra de los auténticos dueño de esa tierra.
Hay dos situaciones que en particular me resultan molestas; me activan la intolerancia y hacen emerger en mí al salvaje e incivilizado ser que la cultura ha modelado: el discurso 'revolucionario' de la cubanía y la existencia del estado israelí. El primero porque es falso, porque no puede haber revolución si se constriñe el libre pensamiento o si éste es encorsetado en uno hegemónico que no da margen a la crítica. No agregaré más; escuchar a un cubanito referir las maravillas de su paisito me causa tanta aversión como oir a Lucerito pidiendo ayuda para el teletón.
Respecto a la causa judía, considero que estos han utilizado el Holocausto (con justa razón lo niegan muchos) como bandera con la que pretenden 'justificar' todos sus atropellos. La vivencia de la Segunda Guerra Mundial es ya un pasado cada vez más lejano que algunos judíos actualizan para saciar su eterna sed de venganza contra todo; pues su odio genético no es contra los palestinos -se extiende a todo lo árabe, a los cristianos, a los alemanes, a quienes no creen en su único y tiránico Dios-, en definitiva, son pro yankis y el resto apesta. Si algo aman es el dinero (los dólares): usureros neoliberales. Pero utilizan la 'palabra' de su dios para emprender sus sangrías por donde pueden. Cruzadas anacrónicas que no consiguen ocultar su maldad, la perversión de su sangre.
De verdad, que a veces siento añoranza por Hitler; quizá él tuvo la visión de lo dañino que podía ser esta estirpe y prefirió actuar en consecuencia; no justifico la muerte de millones de seres, no se estresen en vano; sólo sugiero que la maldad israelita no es tema nuevo y desafotunadamente tampoco terminará pronto. Porque ni una guerra de mayores proporciones (pensemos que Irán bombardea Tel Aviv) acabará con ese pueblo adorador de satán.
Eso sí, seguirán muchos proclamando el victimismo histórico -e histérico- del pueblo judío- y justificando, en consecuencia, sus atropellos contra los palestinos -que no con Hamás, que de paso le hace la chamba de comprarle armamentos para eludir la reseción mundial- y contra aquellos a quienes consideren enemigos de la causa israelita.
Yo ya expresé mi apoyo al pueblo palestino y mi voto en contra de las acciones animales del llamado 'pueblo de dios'.

1 comentario:

David dijo...

Hola
Vaya que se han comitod muchos actos negativos en nombre de Dios, en base en la palabra. La historia en ocasiones se pinta de victimas o de vencedores. No se justifican las muertes, pero aun así hay quienes toman eso como justificacion para sus obras.

Saludos