jueves, 18 de febrero de 2010

RAZONES DE PESO Y DE DÓLARES

¿A qué se dedican algunos gobernadores de los estados de este paisito jodido-jodido? Pregunto en la soledad de mis tardes lluviosas, porque esta semana ha aparecido en los medios informativos que 5 (de 7) gobernadores panistas impugnarán lo que se denomina "bodas gay". Mi observación ya no apunta hacia si es pertinente o no legislar al respecto, habrá voces que digan que sí es necesario-urgente-inaplazable contener -que no detener- el tsunami arcoirisado del mal.
Lo que a mí me intriga (de verdad-verdad) es para qué interpusieron demandas de inconstitucionalidad ante la suprema corte de justicia (minúsculas obligatorias) los señores feudales de Jalisco, Guanajuato, Tlaxcala, Morelos y Sonora si de todas maneras nada ocurrirá en sus sagrados territorios donde importa más la voluntad de estos gober tribales que la opinión de sus gobernados. Porque desde mi ignorancia, supongo que habrá gente que sí apoya tal causa o en el mejor de los casos, le da lo mismo si en su estado es posible o no que dos personas del mismo sexo contraigan matrimonio y adopten hijos.
Son estos gurús de la hipocresía quienes a falta de otra cosa mejor qué hacer (podrían renunciar a su cargo para darse una tareita) andan en busca de pleitos que no les incumben pero que según ellos, puede retribuirles beneficios partidistas -que no lo dicen- que siempre son también económicos -y que no lo dirán jamás-. Se trata de dinero, no de moral, como se pretende hacer creer.
Lo otro es para qué seguir legislando a rajatabla contra el derecho a abortar, a casarse, a adoptar, contra cualquier cosa que no les guste, si las leyes que ya existen no se cumplen. ¿Se legisla sólo para acumular leyes sin que importe después si se materializan en la cotidianeidad? ¿Existe algún premio -yo lo ignoro- que se otorga al gobernador que más leyes haya engendrado durante su legislatura? Creo que ya basta de hacerse pendejos y que sigan intentando hacernos creer que somos iguales a ellos. Detrás de cada movimiento en el que se apela a la conservación o recuperación de los valores y la moral (lo que ellos entienden por unos y otra, of course) existe una causa económica. Razones de pesos o de dólares, para ser menos impecisos.
Solamente los gobernadores de Aguascalientes y Baja California han actuado con mesura hasta ahora (también son de filiación panista). Habrá que esperar a que su dirigencia les llame la atención por no gritar tan alto en defensa de los derechos naturales de sus subornidados. En el fondo lo que podemos leer es para qué poner en riesgo la sacrosanta institución matrimonial y el derecho a la adopción, si los curas, obispos y demás alimañas de la jeraquía eclesiástica no han requerido de ningún trámite para abusar de miles de menores en todas partes donde su planta maldita toca suelo, si acaso un poco de hipocresía, que de eso, tienen de sobra (les falta vergüenza, pero esa no es redituable) y esto no es un secreto para nadie. Ni para Dios, el suyo, que ha conseguido sea puesto en libertad el pederasta sacerdote xalapeño y proclamado inocente urbi et orbi. ¿Inocente? Que le crea su madre (la iglesia), yo no.

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