¿Es posible dialogar con la iglesia católica? ¿Existe entre sus miembros alguno con la capacidad neuronal paraargüir racionalmente? ¿Está lista la Gran Estafadora para dialogar? Me temo que aún no y sin duda carece de voluntad para ello. No porque no sea lista, si a veces hasta se pasa, sino por comodina. La dinosauria cree que si se complace en pastar sin fin, verá despejarse la nube producida por la caída del meteorito-denuncias por pederastia y cuando gire sus artríticas articulaciones el sol brillará en el horizonte.
Pero no es así. El tiempo de la iglesia no es el tiempo de la justicia, que se está demorando en acelerar su maquinaria y emprender una verdadera batalla contra La Gran Bestia: cerda, perra, hiena, zorra, lagarta, mosca muerta, zángana, migala reúne en sí misma los peores atributos del reino animal. Y encima se cree divina. Más humildad c’est imposible!
Infinita también su sapiencia, el secretario de estado vaticano tarcisio bertone ha declarado orbi et urbi desde Chile que la pedofilia no está ligada al celibato sino a la homosexualidad. ¡Eureka! Y la ciencia buscando el gen gay cuando debía aventurarse en el que desata la pulsión por los niños y efebos. Del hocico de este hombre de dios brota esta mierda y ninguna asociación LGTT se ha pronunciado en contra. ¿Acaso es palabra de dios?
Si la ciencia vaticana está enterada de tal fenómeno ¿por qué no actuó hace tiempo contra tanto cura y obispo gay? ¿Prueba esta relación descubierta por ellos, los sabios del sanedrín, que homosexualidad y cristianismo van de la mano? ¿Cristo loco era homosexual? ¿José era Queer? ¡Jesucrista! Que si no acota uno la imaginación se nos larga lejos, hasta Roma, quizá.
La iglesia siempre se ha caracterizado por ser excluyente, homófoba, misógina, clasista, racista, oportunista, convenenciera, trepadora, arribista, todo aquello que su iniciador les pidió que no fuera. Lo de ser pendeja es un plus que debe dar el doble de puntos-indulgencia en monedero electrónico. De ahí tanto afán en estar a la vanguardia en su estupidez.
Bertone asegura: “Muchos psicólogos y muchos psiquiatras han demostrado que no hay relación entre el celibato y la pederastia, pero muchos otros han demostrado que sí hay relación con la homosexualidad. Existen muchos documentos de psicólogo en ese sentido”. Y acá me surgen muchas preguntas, ¿no habrá también estudios que prueben la relación entre cargo clerical y pendejismo? ¿Dónde están los documentos en los que se ampara este zafio para lanzar la mierda a los demás en su intento por lavar sus manos? ¿Quién ha solicitado esas investigaciones? ¿Por qué no lo había dicho antes la iglesia?
Lo que el bastardo de dios declara es lo que desde siempre hemos sabido: la iglesia condena el sexo que no deviene en reproducción y con ello la patologización de prácticas sexuales distintas a la que se establece entre un hombre y una mujer (heterosexuales ambos). Para la sauria el sexo se reduce a un pene dentro de una vagina y ya. Porque lo que los curas pederastas han realizado debe llamarse imposición de manos para transmitir el espíritu santo.
Nada nuevo coloca sobre la mesa el fariseo: El término "delincuente sexual" se aplicaba en ocasiones a los violadores, otras a los "pederastas" y, de hecho, funcionaba como clave para referirse a los homosexuales, afirma Gayle Rubin en su texto Reflexionando sobre el sexo*.
Al pretender mezclar pederastia con homosexualismo, el sinvergüenza pasa el hecho de pecado a enfermedad, así del perdón que la iglesia otorga se transfiere al psiquiatra y se acabó. De este modo se elude la responsabilidad que se tiene ante la justicia, porque al perder la pederastia, su carácter de delito, no hay contra qué o quién proceder. ¿Por qué una institución que se pretende justa no se atreve a ponerle nombre a sus crímenes? ¿Por qué teme aceptar la jurisdicción de las leyes laicas sobre sus anacrónicas legislaciones canónicas? ¿Por que efebofilia, homosexualidad y no pederastia, así tal cual?
Miéntanme si pueden, le contesto a todos estos pastores de la iglesia. Ya Rubin advertía de estas ‘cortinas de humo’ con las que constantemente se intenta desviar la mirada de la sociedad hacia eventos menos importantes: “Las disputas sobre la conducta sexual se convierten a menudo en instrumentos para desplazar las ansiedades sociales y descargar la intensidad emocional concomitante a ellas. En consecuencia, la sexualidad debe tratarse con especial interés en épocas de fuerte tensión social”.
Y en estos momentos de crisis globales, el escenario está listo para crear más confusión y renunciar a toda responsabilidad contraída en las distintas áreas del quehacer social:
El hambre del estómago no proporciona indicios que expliquen las complejidades de la cocina. El cuerpo, el cerebro, los genitales y el lenguaje son todos necesarios para la sexualidad humana, pero no determinan ni sus contenidos, ni las formas concretas de experimentarlo, ni sus formas institucionales. Más aún, nunca encontramos al cuerpo separado de las mediaciones que le imponen los significados culturales (Op cit).
El esencialismo al que bertone arguye no solamente no se sostiene sino que resulta absurdo viniendo de su boca que no de su espíritu, donde seguramente no cabe ninguna contradicción. Al perro flaco se le cargan más las pulgas; al vaticano le resulta lógico que la pederastia sea consecuencia de la homosexualidad y no de su totalizador régimen clerical, la dictadura de cristo, podría llamarla; total, creerán, una raya más a la cebra no la hace más blanca ni más negra ni más ni menos cebra. Criminalizar lo ya criminalizado es pues, una tarea sencilla.
Por ello es necesario despejar de todas sus capas las acciones de los curas y obispos cometidas contra miles de infantes y pubertos que tuvieron la desdicha de ser colocados en sus manos, por sus ciegos padres, me niego a creer que alguno de ellos fue solito o guiado por un santo espíritu. A las profesoras y profesores de las instituciones educativas se les mira con ojo crítico y celoso, ¿por qué a los tipos estos con enaguas se les ha creído todo bondad a priori?
La responsabilidad de lo sucedido se puede repartir entre muchos, pero las víctimas son víctimas y reclaman y debe hacérseles justicia sin regatearles nada. Bastante han pagado ya llevando sobre sus cuerpos los cientos de años de impunidad de una Bestia que ha obrado complaciente en nombre de dios, del suyo, of course.
*http://webs.uvigo.es/xenero/profesorado/beatriz_suarez/rubin.pdf
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