martes, 7 de octubre de 2008

ADDICTED

Sólo en octubre sucede lo más bello, eso podría estar pensando este hombre mientras lame sumisamente -podría también decirse que gozosamente, que no es pleonasmo- la bota de su Amo. Placer genuino. Como las pieles que entran en contacto tras la colisión provocado por el deseo.

Detengámonos en la mirada concentrada del amante; tal vez esté buscando la posibilidad de encontrarse con algún obstáculo que interfiera en su recorrido. O simplemente los ojos observan su propio reflejo atrapado en la superficie de la bota. Puede tratarse de un hombre que hace estudios de género y se resigna ante la evidencia: Yo ando liberando cuerpos, pero el mío, tiene dueño.



No hay comentarios.: