martes, 23 de noviembre de 2010

LA SLOW LIFE DEL VATICANO

Llegamos tarde al caso Maciel: B-16*
Llegaste tarde tú, ciego guiando a otros ciegos.


Humanizar la sexualidad, exige el Vaticano o su vocero o quien sea. ¡Crista! He estado cogiendo como (o con) animal en todo este tiempo. ¡Dios mía! Ahora entiendo aquello ‘de a perrito’, ‘de chivito en precipicio’, ‘de pollito rostizado’. Pero ahora que sé que debo humanizar el ejercicio de mis prácticas sexuales, seguiré aquellas que cuentan con la venia de su santidad.



De modo que practicaré ‘la de basílica de san Pedro’: hincado ante mí, en la boca te la meto y hasta adentro (recuérdese esa foto entre Wojtyla y Maciel; dignos príncipes de la iglesia). Otra: ‘la de la argolla del pescador': de rodillas te pillo y me besas el anillo. Una más, que seguro me llevará a la ascensión fast track, 'la del buen pastor': adivina quién soy, tumbado boca bajo, con el sagrado cayado te doy.



Seguramente la iglesia, mater et magistera –sic- (las únicas subalternidades femeninas que ‘tolera’, editará un manual para enseñarnos a vivir humanamente la sexualidad con condón –made in Vaticano, con indulgencia plenaria incluida- de una forma que glorifiquemos la gran obra de (su) Dios.



Ojalá no se demoren, no sea que cuando salga el librito yo ya haya muerto o se me haya extinguido el deseo carnal. Con lo lentitos que son estos siervos de Yahveh (53 años les tomó identificar como criminal –falso profeta, dixit- al más businessman de los últimos años que han tenido). Aunque si lo comparamos con el tiempo que les tomó darse cuenta de que Galileo era inocente, podemos perdonar a Benedicto su demora de más de cinco décadas. Así, es fácil creer en la eternidad. Amén.




Milenio Diario: http://impreso.milenio.com/node/8869875 (23.11.2010)


PS. Y el que con toda y fe en su dios toma sus precauciones es onésimo cepeda, que no pudiéndolo librar del infarto su señor, cambió de hospital para no ser arraigado. Dichosos los que creen si haber visto.

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