miércoles, 2 de febrero de 2011

POR UN NARCO SIN VIOLENCIA

Si algo le agradezco al inquilino de Los Pinos es, que en un mundo donde los metarrelatos ya no existen o están en declive, él nos regala cada día la certeza de un nuevo amanecer muerto. Sí, pase lo que pase, lo cierto es que, de alguna u otra forma, nos desayunamos con una numeralia sangrienta que apenas si impacta, conmueve, da de qué hablar.
Tener certezas en la era de la incertidumbre, resulta sin duda, un acierto. En eso es en lo único que ha atinado el señor de la guerra, la suya, of course. No entiendo porqué seguir haciéndose pendejos de actuamos "para que la droga no llegue a tus hijos", cuando son los hijos quienes van a la droga. Yo pactaría con los cárteles del narcotráfico: Si son los vecinos quienes avivan esta carnicería y aunque parece que les simporta hacer algo al respecto, lo cierto es que su demanda presiona a la producción, pactemos y que cada quien se rasque con sus propias garras.
Mandaría traer a los Barones de la droga y en un Pacto de Honorabilidad -esta gente tiene en alta estima lo que la Palabra significa, algo de lo que carece el desgobierno- firmado en el Congreso (que tenga un buen uso ese recinto mancillado con la vulgaridad de cientos de diputados) y propondría:
a) Por un tráfico sin violencia: No más muertos y prohibido tratar a los cuerpos con saña (una lectura de Antígona, no le caería mal a nadie). La dignidad del sujeto no está por encima de la voracidad de ningún mercado.
b) Distribución organizada: -ya está, pero hay que darle carácter oficial- de los enervantes; según el volumen, es la tasa de impuesto que cada cártel debe dar a las arcas de un fideicomiso regional (sin que ningún organismo gubernamental meta las manos en esto; éste debería estar en poder de una organizada sociedad civil, ni teletones ni IFAIs).
c) No más mordidas: lo que se pierde en corrupción que vaya a un fondo municipal y que se invierta en la construcción y mantenimiento de escuelas, hospitales y carreteras. De este modo, salimos del atraso tercermundista y se fomenta el sentido de comunidad (Esta escuela fue contruida con el fondo Por un narco sin violencia, prohibido el uso de propaganda política).
d) Pactos de honor, se cumplen: quien sabiendo lo anterior infrinja; un organismo multilateral sancionará al infractor y se aplicarán las penas consignadas en un Reglamento de Honorabilidad y Patria (por aquello del sentido chauvinista, pues) previamente elaborado, consensudado y aceptado por todas las partes involucradas.
e) Flujo sin obstáculo: el enervante se dará a quién lo requiera, aplicar la ley de "si me pides te doy, pero yo no te ofrezco".
f) Educar para el discernimiento: que las escuelas tengan un poder factual de instruir a los sujetos en la capacidad de pensar críticamente. De este modo la televisión ya no tendría la hegemonía en la idiotización del pueblo: algunos seguirán prefiriendo talk shows; otros, drogas; otros más, elegirán leer, hacer ciencia, practicar deportes e incluso nada. Ir a la vaciedad también es un derecho.
Con estas pequeñas acciones dejaríamos de tener la certeza de una estadística roja cada día, pero creo yo, desde mi ingenuidad, sería el principio de la construcción de un país más libre, más democrático, más dueño de su destino... que los gringos se maten defiendiendo a los suyos, y a los mexicas que nos dejen vivir en paz. ¿A poco no? Nos los merecemos, hay que empezar a imaginarnos y pensarnos diferente. Mejor, of course.

1 comentario:

José dijo...

Tienes toda la razón: en estos tiempos aciagos (en cualquier época oscurecida por la no comprensión de lo humano por la Institución) hay que leer ANTÍGONA. Gracias por motivar a la reflexión.
Pep