miércoles, 18 de mayo de 2011

¿TIEMPOS MEJORES?

El inquilino de Los Pinos recién se dio cuenta de que el país se tambalea (¿habrá visto la manifestación de españoles en la Puerta del Sol?) y que él es quien lo dirige. De modo que se subió al cargo (metafóricamente, of course) y llamó a los mexicas "a mantener viva la esperanza de construir mejores tiempos” y llamó a poner los cimientos de un mejor país en el ámbito educativo, de salud, económico y de seguridad.


La nota publicada en Milenio Diario, da cuenta de un detalle obviado pero significativo. El señor llama a construir (tiempos mejores, igual que Yuri hace 27 años en el OTI) como si de pronto le hubiese sido revelado que la nación está en ruinas. Ya se sabe que para que algo colapse no se requiere necesariamente de un terremoto o de un bombardeo. Y en el caso del país, se ha ido derrumbando de a poco, bala a bala, muerto a muerto. Pero también a base de recibir mentiras e injusticias por parte de la clase política y económica que vampiriza a la patria (que juran amar).


Como de ilusiones y sueños estoy empachado, que el señor refiera sus intenciones de (re)construir lo que él considere necesita ser repellado, no me desvela. Paciencia es la que acumulo cada día para que llegue la fecha en la que se retire a descansar y a intentar olvidar el oprobio que ha significado su paso por el servicio público (del que sin duda, se ha servido convenientemente).



Y a la par de esa esperanza, cobijo el terror de saber, que al igual que los españolitos, no tenemos opciones inteligentes para la elección federal del año entrante. Pero no creo que acá nos apostemos ¿ante El Ángel? para exigir el cambio de candidatos, de partidos, de mentiras recicladas en verdades que sirven a los intereses de pocos. La profundización de la democracia, piden en la Península saqueada y harta. Yo pediría la demolición del sistema político y una construcción significativa en la que participaran quienes saben, quienes tienen experiencia en este tipo de situaciones, quienes de verdad tienen vocación de servicio.

Ya sé que no me conformo con estar jodido, sino que encima, loco. Pero me gustaría un cambio radical (de raíz) que siente las bases pero también los mecanismos (y las metodologías) para edificar una sociedad curada, restituida de sus injusticias, desmemoriada a fuer de televisión y feriados sin fin. Lavada de tanta indignidad causada por una pobreza material pero también intelectual, circunstancial pero también fruto de la pereza y la ignorancia. Injusta, en todo caso.



Si el señor de Los Pinos, quiere ser recordado (le entró la obsesión por ser héroe, en plena posmodernidad que pasa de los mismos) que se vaya con dignidad ya mismo. Nos acortaría un año la espera de una movilización auténtica que posibilite la construcción del país. Y yo le garantizo, un sitio especial en mi recuerdo. Resisto porque espero, pero a veces, sólo a veces, dan ganas de no aguardar más. A mí los sueños de heroicidad no me molan, en todo caso, me joden.

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