viernes, 24 de julio de 2009

CRÍTICA CULTURAL Y PERSPECTIVA DE GÉNERO: CONCLUSIONES

Este taller nació de un deseo, quizá de una idea ingenua, de una necesidad: anhelo de compartir un primer acercamiento a la crítica cultural, sus instrumentos, su sujeto de estudio y también una mirada a la realidad desde una perspectiva de género, con quienes acudieran a la invitación a cursarlo. Ingenuidad porque en el fondo temía que no fuera aceptada la propuesta por parte de la Dirección de la Facultad de Letras Españolas dado el enmarañado proceso burocrático para conseguir espacios de trabajo, que no voluntad de quien la representa. Y necesidad de darle a la institución una parte de lo mucho que me ha brindado. En conclusión, este trabajo nació románticamente.

Después de dos semanas considero que el esfuerzo realizado por quienes participamos en el taller valió la pena. Han sido muchas horas de leer y compartir lo leído, de manifestar opiniones y de exponer exhibicionistamente los puntos de vista de quienes asistieron puntuales a cada sesión. Dejarnos ver y escuchar. Compartir.

Creo que al final de estas sesiones los asistentes distinguen la diferencia entre los diversos sentidos que adquiere la palabra género en español. Considero que ahora tienen claro que cuando se habla de perspectiva de género se está haciendo énfasis en la localización de las mujeres y de los hombres en contextos específicos y en la identificación de las tareas que realizan en función de su sexo, diferencias que devienen en desigualdad, ergo, injusticia.

Uno de los retos de quienes asistieron al taller es señalar el punto en donde la diferenciación sexual ha servido de pretexto para dejar fuera a muchas y a muchos. Sitiar y situar al sujeto para visibilizar las fronteras que lo cruzan y hacerlo visible, ante la mirada excluyente que lo ha anulado a través del discurso o la práctica hegemónica de una normatividad que aspira a controlarlo todo y que a veces, parece lograrlo.

Se han sensibilizado en las distintas maneras que existen para nombrar (o anular) un cuerpo, mismo que se torna sujeto bajo la acción de la ley y las acciones de las instituciones, mismas que lo sujetan y lo represalian, y al mismo tiempo lo posibilitan para ejercer la resistencia y luchar por liberarse. Sujeto que nombra y se nombra por mediación del lenguaje.

Hemos comentado qué significa un sujeto contingente, en qué consiste hacer crítica, qué se critica, cómo se realiza, quién la ejerce. Preguntas que giran en torno a (aspirar) definir qué es un hombre, qué es una mujer, quién puede hablar, cómo hablar ante la ley, qué debemos entender por respuesta, desde dónde se habla, qué se desestabiliza cuando se deconstruye el discurso hegemónico, en definitiva, conocen que la crítica es una zona debate, que hay que provocar, historizar, conocer, actuar: el sujeto contingente no persigue objetivos, realiza agenciamientos (agency). Utiliza estrategias de resistencia para hacerse oír y hablar desde los cruces que conforman una subjetividad y no en plural, escondido en un nosotros cobarde.

También hemos compartido emociones, muchas. Momentos de confrontación, confesiones, cruzado la porosa frontera entre lo público, lo privado y lo íntimo; lo que nos acerca al término de amigos, lo que nos aleja más del anonimato. Visiones varias han coincidido en el poliédrico espacio del aula F-12 ya inscrito (para siempre o hasta que el Alzheimer lo permita) en mi memoria: la banda de letras, un biólogo, un filósofo, una antropóloga y aún aquello que no se nombre pero que estuvo presente.

Quedan tareas pendientes: el ciclo de cine, compartir con las amistades la experiencia del taller, comentar las lecturas con personas cercanas y utilizar la información en el análisis de discursos desde la disciplina que cada quien domina y permitir el diálogo de saberes. Emprender la acción para recuperar el cuerpo arrebatado por las instituciones, hacerlo libre, gozarlo, manifestar un sí crítico (sí y no, contingentes), construir la equidad, que no la igualdad ni asumir extremismos, atreverse a cruzar fronteras, narrativizar la experiencia, vivir de otras maneras, permitir que el deseo (o los deseos) encuentren sus objetos. Y sin culpas.

A todas y a todos, gracias. Enhorabuena. Felices vacaciones.

Ricardo Azamar
Becario CONACyT; Programa 2009-11
Xalapa, Ver., 24 de julio de 2009
RICARDOAZAMAR@HOTMAIL.COM

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