martes, 21 de julio de 2009

MI BITÁCORA.COM 2

S-6: JULIO 20, 2009
Llegué temprano para empezar la primera sesión de la segunda semana; temí que no llegarán más porque ha empezado el letargo intersemestral, sin embargo, lentamente fueron arribando los participantes al aula. Este día tocaba el comentario de un texto extenso pero que me apasiona: Tráfico de hombres de M. Gutmann.
Yo esperaba que fueron los varones quienes discutieran mucho este tema, que revelaran sus impresiones, que dijeran: en ese texto no me siento representado yo. Y lo aguardaba no como una situación esencialista (sólo los hombres pueden hablar de los hombres) sino porque pensé que de a poco irían adquiriendo el valor para hablar de los hombres de su propia condición. Pero salvo un chico, los otros hicieron mutis -y no sólo por desconocer el contenido del ensayo o por no haberlo entendido- sino porque persiste esa dificultad de muchos varones para hablar de sí desde sí (otro matiz esencialista, si se quiere): ¿Por qué no conversamos sobre quienes somos y lo que nos lleva a ser lo que somos? se pregunta un autor que estudia las masculinidades. Yo creo que no es sólo por miedo o desidia si no porque no hemos aprendido a hablar sobre lo que sentimos, pensamos, deseamos y tememos en realidad.
Pero hubo mujeres, varias afortundamente, que sí manifestaron su opinión e impresiones al respecto. Y eso me dio gusto porque son jóvenes valientes, inteligentes que han vivido poco -sus edades rondan en los veinti pocos- pero han conseguido posicionarse desde un punto crítico que les facilita hablar. ¿A ellas quién les enseñó a hablar? ¿Cómo se toma la palabra?
Hubo una serie de situaciones gratas (un bolso puede ser tu mejor compañía, confesó sabia una chica), comentarios de películas, referencias personales, en fin, la sesión que parecía destinada al monólogo fue de las más productivas. Esa tarde me fui a casa muy satisfecho por lo vivido en el aula. Pensé, si se consolida un grupo de sujetos críticos, es posible crear otra realidad.
S-7: JULIO 21
Hoy veríamos una película... pero una serie infinita de problemas técnicos redujo nuestra sesión a ver otro título; a punto estuve de cancelar la sesión. Hoy no solamente me sentía alicaído (estaría metafísico) si no que la sucesión de obstáculos me refrendaba la idea de que este martes no debía haberme levantado ni salido de casa.
Sin embargo, la aparición de otras personas y el apoyo constante de los chav@s me ayudó a resisitir. Al final la experiencia considero -habría que conocer qué opinan ell@s- fue positiva. Comentamos el discurso y se evidenció la aprehensión que están haciendo de esta herramienta de trabajo. Aunque hubo sólo 10 asistentes de los 14 inscritos, valió la pena haber cruzado el umbral de mi guarida para llegar al aula.
S-8: JULIO 22
Hoy me sentía mucho mejor en todos los sentidos, de modo que llegué al taller con la pila emotiva en máximos y me preparé para recibir a los participantes; este día llegaron 10: quienes debían estar, quienes participan activamente. El texto fue de su agrado, el que mejor recepción tuvo, el que entró en el último lugar de la selección de las lecturas.
La sesión discurrió con la particpación de tod@s; hubo opiniones muy acertadas, se compartieron experiencias que ayudaron a ejemplificar y/o a corroborar los contenidos del ensayo de A, Prieur. Me sentí muy bien, me agradó ver cómo se han apropiado de un discurso que en el fondo considero ya tenían, creo que sí, poseen un espíritu rompedor que me atrapa. Me seduce el conocimiento y ell@s me mantienen fascinado.
El viernes concluye el taller... será mi tendencia al melodrama, pero ya empiezo a extrañarl@s.
S-9: JULIO 23
Llegué al aula cuando aún no había ningún asistente cerca; el espacio que de repente siento tan reducido cuando están dentro, me parecía grande. Me acomodé en la silla del escritorio y visualicé sus cuerpos ocupando los sitios que sin proponérselo, tal vez, ya son suyos. Imaginé sus risas, sus rostros expresivos, su cansancio al final de la sesión, mis pasos perimetrando ese lugar... en ese sujet estaba cuando fueron apareciendo, poco a poco, lentamente, a cuentagotas; como si el hecho de que arribaran de golpe no pudiera resistirlo.
Vimos El lugar sin límites de Ripstein; esta vez sin ningún contratiempo técnico y con 4 personas, hacia el final éramos 11. Comentamos poco al respecto porque no insistí en ello; el colpasado era yo al ver el final de la película: será que uno no se acostumbra a ver cómo la hegemonía avasalla al que disiente. Me dolió el film. Me remitió a las tantas muertes que suceden a cada momento a causa de la intolerancia... infinita, quizá, si no se educa en la diversidad.
Mañana termina el taller y propuse una evaluación del mismo; aún no leo sus respuestas. Este viernes expondrán sus proyectos, sus trabajos, aquello que hicieron en donde se evidenciará su participación en el curso. Mañana compartiremos también nuestro fetiche; espero que se atrevan a mostrarlo... y después tendremos una reunión para celebrar el fin de estas dos semanas fijas en mi memoria o en la parte del cuerpo donde se hayan quedado fijadas.
S-10: JULIO 24
Llegué al aula con la emoción a cuestas; hoy es la última sesión y después sólo el adiós. Fueron llegando poco a poco, una a uno, lento. Al final el aula estaba llena. Fue una jornada deliciosa en muchos sentidos.
Expusieron sus trabajos en los cuales quedaba manifiesto su comprensión de los conceptos discutidos en las sesiones anteriores. Hubo de todo: exposición de diapositivas (el biólogo se lució), un texto sobre mujeres y filosofía (¿dónde están? se pregunta el filosofito), comentarios sobre el lugar de las mujeres en la literatura, en el arte; análisis de imágenes: un collage donde visionamos -en jerga elpaisista- diferentes maneras de ser mujer y de ser hombre; el xiqueño, además de la morita con la cual nos deleitó, también nos leyó su análisis interesante sobre una imagen: un hombre 'alumbrando'. Un comentario sobre una novela de Lemebel y su relación con la película El lugr sin límites, otro más sobre un cuento de Inés Arredondo (mujer empoderada) y la anécdota queer de un teatrero: cosas que pasan cuando uno entran a un ciber...
Por supuesto que hubo más que aquello que consigno. Mucho más: las anécdotas -y la confesión sobre nuestros fetiches- ocurrieron en el lugar donde fue la convivencia con la que cerramos este trabajo de dos semanas.
Salí de esa última sesión con el ánimo a cuestas, pero esta vez, de subida. La experiencia vivida con estos 12 participantes, ha sido memorable: a todas y a todos: gracias.

1 comentario:

Citlalli Rojo dijo...

Lo del bolso es verdad!! Un bolso es el mejor amigo en muchas ocasiones!!! jaaaja

Definitivamente hay días en que uno no quiere levantarse de la cama...Pero que bien que tú si fuiste. El grupo está muy ocntento con el curso!