miércoles, 7 de julio de 2010

PÍDEMELO BIEN

Resulta que no solamente más rápido cae la selección mexica que un cojo, sino también el PAN, al menos en Veracruz. Pues ahora resulta, que quienes se burlaron del 'voto por voto' de AMLO hace algunos años, ahora no sólo repiten la consigna sino que exigen que acontezca tal cual es su deseo: el conteo de voto por voto para demostrar que su candidato ganó la gobernatura del Estado.
Mira tú, diría el indio: ahora resulta que lo que fue una necedad en el 2006 es una estrategia de legítima defensa de la democracia en este paisito de suyo jodido. De manera que al huracán Alex le sigue éste electoral que va dejando más víctimas y daños que el primero. Todo por necios y necias. Tan sencillo que resultaba no ir a votar y demostrar con nuestros cero votos, no nulos, sino cero votos, que se está harto y harta de esta situación patólogica que se insiste en llamar estado democrático. Para ilusiones, no estoy.
Y a la par de este caos dentro de la ya entrópica realidad mexica, está el clamor casi velado, más bien obviado que el inquilino de los pinos ha hecho a los partidos políticos (supongo) y a la ciudadanía en su conjunto (quiero pensar) para ganar la lucha contra la que él pomposa, arrogante y estúpidamente llamó 'minoría ridícula'. Y que ni es tal -nunca lo fue- y está mucho más organizada que sus ejércitos del mal. Lo que rescato acá es que si el presidente quiere que lo saquen del agujero donde solito por cenutrio se metió tendría que hacer dos cosas y llevarlas a cabo ya.
La primera, reconocer en cadena nacional y todas las repetidoras y medios electrónicos que se equivocó. Sí, que confiese que es un zafio. El pretexto que emplee se lo creeré, pero que acepte su oligofrenia. Ni siquiera le pido que declare respecto a si ganó o no en la urnas, más fácil, ni un examen de admisión a cualquier universidad pública.
La segunda es que si desea mi participación como ciudadano desde los ámbitos donde me muevo, que me lo pida personalmente y que me lo pida bien. E ipso facto empezaría a chambear por la reconstrucción de este paisito malogrado, aunque se insista en afirmar lo contrario. ¿Cuántos ciudadanos y ciudadanas no querrán que el presidentito se dirija directamente a cada uno y una y les solicite ayuda? El asunto no es de humillar al solitario en su trono, sino obligarle a que aterrice y pida perdón, de algún modo, por los más de 25 mil muertos que su mezquindad ha causado, que se manifieste humano ante las viudas y los viudos y los niños y las niñas que han quedado en la orfandad por su plan descabellado, que encare y se disculpe contra aquellos y aquellas a quienes ha nombrado criminales, por su terca simplicidad de achacarle todo al crimen organizado.
Basta ya de oírle decir un discurso más devaluado que el peso azteca. Que nos lo pida bien, y seguro encontrará respuestas favorables. Y si no, que se chingue. O que renuncie. Da igual.

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