Lo positivo de las inundaciones es que suelen arrastrar lo que en el fondo de arroyos, ríos, lagunas, alcantarillas, pichanchas, avenidas y calles en general, ha permanecido oculto. Y prueba de ello es que las recientes lluvias que han cubierto de agua gran parte del país (no sólo al DF), han hecho aflorar los resultados de la prueba ENLACE (el hijo híbrido que nació de la concertación político- intelectual entre Gordillo y Calderón) aplicada en este 2009.
Por supuesto que los resultados no podían ser halagadores (culpemos a la influenza, a la crisis mundial, al Papa que no viene a México); en un paisito donde se exige -lamento el oxímeron- el mínimo esfuerzo, no es palausible esperar que la población estudiantil (si se ampliara la muestra la tragedia sería mayor) obtenga cifras altas (en términos positivos). Según la fuente que cito (Milenio.Diario): "sólo 46.1% sabe sumar y restar -correctamente, quiero creer-, acá como el TRI, por poquito y se alcanza el 50%.
No es una vergüenza; es una desgracia. Mientras la perorata televisiva nos ha mareado -a otros, yo no miro la TV- con el cuento del 'astronauta mexicano- que sí es astronauta pero NO es mexicano (pero no abundaré al respecto) la realidad nacional es que un bachiller no sabe realizar el algoritmo más elemental de agregar a una cantidad definida otra cantidad también específica. Sustraerla menos. Y no pida usted multiplicar (casos conozco yo de padres, madres y docentes que han pedido pena capital para un profesor que ha exigido que los escuelantes memoricen -que las entiendan ya es utopía- las tablas de multiplicar) ni hacer divisiones; para eso está la calculadora, dicen los cenutrios.
Yo declararía duelo nacional no por las más de 14 mil víctimas del narco (ahora dudo que esté bien hecha la suma); que se lo merecen, sino por los millones de estudiantes de este país que ignoran cómo se realizan operaciones elementales (imagine usted cómo estará el asunto en geometría, álgebra, cálculo, por citar lo menos); tanto que se ha dicho sobre las civilizaciones egipcia y maya, por decir un par de ejemplos y miremos -o cerremos los ojos, que también es válido para no encarar- esta realidad de sumas y restas, donde si algo quizá si se ha aprendio es a ser un cero a la izquierda o a la derecha, qué más da...
Tomado de: http://impreso.milenio.com/node/8637648
No hay comentarios.:
Publicar un comentario