sábado, 19 de septiembre de 2009

PRESUNTAMENTE...

Detrás de cada delincuente mediático, esto es, del presunto (asesino, ladrón, narcotraficante) que comete su fechoría consciente de su efecto sobre la masa, está un fanático que actúa (presuntamente) en nombre de Dios. Del suyo, desde luego.
Las últimas dos noticias espectaculares registradas por la televisión, la radio, la prensa e Internet no han sido la tozuda decisión de Carstens de subir impuestos, cuando la realidad demostró en algunos países de Europa (Alemania, Francia), que disminuirlos aumentaba el consumo y posibilitaba la pronta recuperación de la economía, ni tampoco lo fue la ridiculez con que la gente festejó a su patria; lo que disparó el rating fue el secuestro de un avión y la balacera en el metro por un sujeto presuntamente furioso.
Lo del secuestro quedó descartado y el tipo la libró de ser acusado de un delito de orden federal. Ignoro de qué cargos si será presuntamente juzgado. Presuntamente puede quedar libre y ser presuntamente feliz. El otro presunto será evaluado psiquiátricamente sólo para que al final se le declare presuntamente sano. Loco yo que escribo estas cosas que es como decir, cuestiono la realidad.
Pero advertía, detrás de estos sujetos hay un fanático alegando que en nombre de Dios cometió tal acción y que nunca contemplaron dañar a los demás. Sólo con existir ya han dañado a la humanidad completa, perdón deberían pedir y únicamente para ello deberían abrir la boca.
Locos, fanáticos, cristianos, para mí son sinónimos de inmadurez mental, cenutriez retorcida, maldad inherente que llevan en sus células. Ha crecido el número de ilusos que afirman que Dios les habla ¿Les llama por teléfono si activan un 01 900 hable con Dios? ¿Les manda SMS? ¿Reciben un correo de voz? Que digan cómo les hace llegar el Altísimo tales mensajes o que confiesen de cuál fuman para estar en sintonía. Sería justo y lo menos que pueden hacer para reparar el daño que hacen a la patria.
Considero que tan desastroso es la idea de no creer en nada o nadie como la de ser un ciego seguidor de una doctrina que se justifica en nombre de una deidad que viene a salvar a la humanidad, ¿salvarla de qué o de quién? Si Dios hizo el mundo, lo hubiera hecho bien. En todo caso la culpa no es solamente suya.
Lo que no soporto es este fascismo cristiano (perdonen si es oxímoron) que empieza a dejar su hedor doquiera que uno se desplace: autobuses, en los comercios establecidos o no, en la televisión y en la radio; la epidemia amenaza con entrar en las escuelas (el Creacionismo se pone como Palabra de Dios) y en otros puntos de referencia laica.
Ignoro a donde nos llevará esta fiebre por lo divino que nos acerca más al infierno de todos los días. Por lo pronto espero no hallarme a ningún falso profeta anunciándome la venida del Señor; me vaya a quedar con la boca abierta, en todo caso, viviendo en la Ciudad de México, se necesita más que suerte para no morir, mala suerte para seguir con vida. Amén.

1 comentario:

David dijo...

Totalmente de acuerdo Rcd. No es novedad que los medios de comunicación, en concreto la televisión, saque constantes noticias sin mayor contenido. La noticia de los impuesto quedó dentro del registro “pues ya que”, mientras que se dio amplia cobertura al astronauta no mexicano, pero vendido como tal. A todo esto añadiremos las noticias que salgan y tengan potencial para tapar el sol con un dedo. Saludos