sábado, 28 de junio de 2008

MALE STANDPOINT


"El punto de vista de los hombres". Así podría traducirse la expresión que da título a esta entrada. Y estarán pensando, ¿a mí qué tales conceptos? Pues resulta que no son unas simples palabras (si dicha expresión es válida) sino una manera de existir, un estilo de vida, una forma de poder, una visión del mundo, huelga decir, machista, androcéntrica, heterosexista.


La manera en que los "hombres" nos miramos a nosotros mismos, cuando nos miramos (esto es, los varones pocas veces o nunca nos hemos planteado la posibilidad -menos aún la necesidad- de observarnos como objeto de estudio) es siempre desde la superioridad y lo hacemos con una naturalidad que no es natural. Afirmamos, "soy hombre por que sí". Es decir, jamás reparamos en que al igual que las mujeres los "hombres" -eso que entendemos como "hombre"- es también producto social, resultado de un proceso cultural condicionado por un contexto y por múltiples factores que nos hacen ser hombres.


Pero como he señalado en otras ocasiones, un "hombre" no es un producto terminado. Si somos resultado de un proceso, es obvio -o no tanto, pues- que éste no termina, no al menos definitivamente, y entonces hay que continuarlo con cierta periodicidad. Desmontar, analizar, revisar, reponer, quitar, descomponer, articular, acondicionar, etcétera las múltiples piezas que nos conforman como "hombres" -como varones es más sencillo en tanto que la biología ha hecho eso por nosotros- en contacto con otros "hombres" y con mujeres. Muchas mujeres.


"El punto de vista de los hombres" es una mirada implacable al momento de juzgar. No tolera que algunos "hombres" se salgan del patrón natural que significa -obliga cabría decir- el ser macho. Si es lógico que a los "hombres" les gusten las mujeres (ser alburero, intimidar a otros más débiles, agandallar) ¿por qué diablos a un varón le puede gustar otro "hombre"? Esto es un horror en la mente del "hombre" típico, de aquél que no ha reflexionado sobre su propia condición de "hombre". Y procesos de incomprensión similar le acontecen si escucha que a un "hombre" no le gusta el futbol, ligar como pasatiempo, que no tiene novia, que aún es casto, que no toma, que no se ha ido de juerga o de pinta nunca, que no roba, que no compra piratería, que es educado, que es honesto, etcétera. Dirán que en la lista hay situaciones que nada tiene que ver con la hombría; es verdad, lo que quiero evidenciar es que para los "hombres", para muchos de ellos, hacer lo ilegal es también parte de esa demostración de virilidad contundente. El "hombre" no se permite ser flexible porque se afemina. Piensa.


"El punto de vista de los hombres", ha venido a ser, en consecuencia, una tiranía que no nada más ha asolado a las mujeres sino principalmente a los "hombres". A todos. Si lo pensamos bien, considero que nos convendría (empezar a) mover el ángulo de visión con que hemos sido vistos, cuando así ha ocurrido, y focalizar de múltiples maneras; en la variación de la perspectiva está la plenitud de lo contemplado. Y no creo que sea exagerado afirmar que los "hombres" también tenemos derecho a empezar a ser vistos y hacerlo también de otras maneras.

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